Francisco Javier, homosexual de 59 años, que fue agredido por un menor el 12 de agosto en Valladolid, ha fallecido un mes después de su ingreso en el Hospital Río Hortega. La Ely (apodo de la víctima), vestido con ropa “de mujer” en el momento de la agresión, entró en estado comatoso a los pocos días de recibir la brutal paliza. El joven de 15 años fue a la mañana siguiente junto a su madre a la Comisaría de la Policía Municipal. Desde entonces, reside en el centro de menores de Zambrana. El agredido perdió la vida el pasado sábado 22 de septiembre, según ha informado la asociación ATC Rainbow.
Era travesti, no transexual. La presidenta de ATC Rainbow ha afirmado que la víctima “nunca” se ha identificado como trans y que «era un hombre gay que, como cualquier persona, se viste cuando quiere como le da la gana”. “No hay derecho. Basta ya de impunidad y de mirar para otro lado, es indignante que una persona como la Ely haya tenido un final así”, reconocían sus allegados.
El menor se ensañó con ella. “La pelea fue más que brutal”, según informes; el joven le asestó puñetazos y patadas y le dejó desnudo tirado en el suelo. Poco más se sabe sobre lo sucedido en el popular centro comercial Vallsur, donde fue apaleado. Aunque la asociación ATC Rainbow lo tiene claro, “le pegaron por ser homosexual”. «Francisco Javier tenía mil batallas que contar y una sonrisa por bandera. En Valladolid, lo querían. Era el rey de la fiesta; divertido y muy buena gente”, dicen sus conocidos. Pero también pionero. Fue de los primeros en la localidad en reivindicar los derechos de los homosexuales. “No se escondía. Lo veías en la discoteca y era rompedor”.
La noticia ha tenido repercusión en diferentes medios. No es la primera vez que una persona de este colectivo es agredida. Por eso resulta impactante que en varias cadenas donde se ha informado del suceso, Francisco Javier haya sido calificado de maneras muy distintas: “hombre travestido”, “mujer transexual”, “hombre que llevaba ropa de mujer”… Este tipo de errores son cometidos –inconscientemente queremos pensar– por los medios a causa de la falta de visibilidad y conciencia social. Es evidente que a los grandes canales de comunicación aún les queda mucho por aprender y avanzar en relación a la comunidad LGTBI. Solo se puede esperar que pronto todos estos errores queden en meros fallos ortográficos y no en una simple ignorancia.
La asociación ATC Rainbow ha convocado una manifestación el próximo 20 de octubre en Valladolid como respuesta a este acto vandálico y con el fin de transmitir su apoyo a los familiares de la víctima.
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