Millones de personas siguen cada uno de sus pasos en Instagram, y otros tantos en todo el mundo han hecho lo mismo con los de sus personajes en la segunda serie de producción española de Netflix, Élite, que en apenas unas semanas se ha convertido en uno de los fenómenos del momento. Sin embargo, ninguno de los dos manifiesta ni un atisbo de nervio o presión cuando hablan de ello.
Nos referimos a Omar Ayuso y Arón Piper, dos jóvenes actores que, de la noche a la mañana, han alcanzado una popularidad sin apenas precedentes en nuestra ficción. “Estamos en un estado de constante estímulo emocional. No hay un minuto de vacío mental en el que no estés pensando en esta movida”, cuenta Ayuso, quien afirma que, a pesar de todo, sigue siendo el mismo de siempre. “Sí han cambiado ciertas cosas… Ya no voy a discotecas porque me agobia; si tengo que hacer una fiesta, la hago en casa”.
Por su parte, Arón cree que esta exposición le ha causado un efecto contrario: “Me ha ayudado a estar sereno, a tener los pies en la tierra”. Si en algo están de acuerdo los dos es en que resulta necesario tener un ancla a la que aferrarse cuando todo se vuelve muy loco. “Es importante tener un buen colchón emocional”, y coinciden en que este suele ser su grupo de amigos de siempre.
Su fenómeno fan va más allá del éxito de la serie. Ambos dan vida a Omar y Ander –muchos seguidores ya los han bautizado como ‘Omander’–, dos adolescentes gays de clases sociales distintas que deben enfrentarse a más de una traba para poder estar juntos. “Trabajamos los personajes como dos chavales a los que les gustan los hombres, punto”, comenta Arón. “Forma parte de la trama, pero no es la trama”, añade Omar, “nunca lo trabajamos como un conflicto interno, era externo”. Quizá ahí resida la impresionante acogida de estos personajes por parte del público internacional. “Nos llegan miles de mensajes al día de chicos y chicas diciéndonos que les hemos ayudado mucho, que les hemos cambiado la vida. Eso es un gusto…”, dice ilusionado Piper.
Esto también conlleva una responsabilidad como personajes públicos. “En cada entrevista hablo y defiendo el discurso LGTB así como el feminista, pero porque es el que tengo en mi día a día”, comenta Ayuso. “Desde que entré a la universidad comencé a informarme acerca del movimiento LGTBIQ, de lo que es machismo, feminismo; descubrí qué eran el micromachismo y la microhomofobia, que todos y todas tenemos… Ahora que tengo un papel mediático, lo aprovecho”. Un discurso que coincide en el tiempo con movimientos de reivindicación y debate social, tal como él mismo recalca: “Todo lo que ha pasado con la ‘mariconez’ es un ejemplo de que la sociedad pide cambio. Es genial que las nuevas generaciones se cuestionen las cosas y empiecen a deconstruirlo todo”.
Pero entre tanta buena noticia, también hay algún borrón. En estas semanas, indirectamente, se han convertido en el foco de algunos usuarios homófobos que han atacado a Netflix por difundir tramas como la de sus personajes. “Es importante que aparezcan estos comentarios homófobos, porque significa que estamos generando debate, levantando heridas. Eso nos reafirma en nuestra tarea”, aclara Omar.
La homosexualidad no es el único tema sobre el que fija su objetivo Élite; a lo largo del desarrollo de los interrogatorios de todos los sospechosos de un crimen del que poco se sabe, encontramos tramas que navegan sobre la islamofobia, el poliamor o incluso la desestigmatización del VIH. “Nos podrían haber dado por todos los lados, pero ha quedado algo muy digno y muy real, no hemos frivolizado”, dice satisfecho Ayuso. “Pasamos mucho tiempo hablando con Ramón Salazar y Dani de la Orden [directores de la serie] acerca de cómo íbamos a tratar todos los temas, y eso nos hizo trabajar con mayor seguridad”, añade Piper.
No existe la receta del éxito, pero si la hubiera debería estar muy cerca de las pautas que se han seguido para crear esta serie. Ninguno de los dos actores sabe cuáles han sido las causas certeras de este boom, aunque es evidente que el tratamiento ejemplar de problemáticas hasta hace poco tabú ha marcado la diferencia. “La esencia está en la historia en sí, en la profundidad de lo que se cuenta, en la dignidad representativa con la que se refleja todo. También en los personajes, que podrían haber caído en el cliché pero han ido más allá”, opina Omar.
Lo que está claro es que todo el mundo habla de Élite, un éxito que ha dado lugar a la confirmación de una segunda temporada, de la que ninguno de los dos protagonistas sabe aún nada. “A mí me gustaría que nuestros personajes tuviesen alguna bronca”, propone Arón. “Yo quiero que exploten, que se vuelvan locos, que vayan a extremos”, añade Omar. Y, puestos a pedir, cuando se les pregunta por algún fichaje deseado para la nueva tanda de episodios, Omar lo tiene claro. “Me encantaría que Najwa Nimri fuese quien le pasa la droga a mi personaje, y tener un enfrentamiento chungo con ella…”.
LA SERIE ÉLITE ESTÁ DISPONIBLE EN NETFLIX