La transexualidad
El 29 de abril de 1996, apareció por primera vez en el show nocturno de Pepe Navarro, Esta noche cruzamos el Mississippi, Cristina La Veneno y fue todo un boom de audiencias. Tanto es así que la contrató como colaboradora fija. Por aquella época, La Veneno tenía 32 años y era, según contaba ella, la prostituta mejor pagada de España por su impresionante físico. Su descaro hablando sobre temas que en España eran aún tabú encandiló a la audiencia. Una de sus grandes osadías fue hablar, con total normalidad, de su condición de mujer transexual y prostituta.
El bullying social y familiar
La Veneno ha sido una constante luchadora. Desde pequeña fue señalada en su pueblo por ir contra las normas de la época. La transfobia generalizada, causada en parte por un problema social de visibilización y conocimiento, fue algo que la desaparecida artista sufrió. Incluso Pepe Navarro se dirigía en masculino a ella pese a ser presentada en sociedad como una mujer. Esto no era nada nuevo para Cristina, pues su familia nunca vio con buenos ojos el sueño que tuvo desde pequeña: ser una mujer.
Visibilización de otras realidades
Pese a no considerarse como una abanderada de la lucha transexual, la figura de La Veneno ayudó a que muchas otras transexuales saliesen a la luz y ofreciesen un mayor conocimiento sobre lo que eran, el porqué de su cambio físico y el gran impacto que tenía por entonces ser transexual (que no travesti, como muchos decían). En sus habituales enfrentamientos, Cristina tiró de amigas y no tan amigas para avivar sus momentos más caldeados en televisión, dando así voz a otras realidades que no iban relacionadas con la prostitución, como era el caso de la transexual Bibi Montoya.