Sí, sí. Con la misma cara que tú nos hemos quedado cuando nos hemos enterado de este bombazo. Y no lo decimos nosotros, sino que lo dice Robert Graham, un consultor experto de Errata Security: los extremistas islámicos están obsesionados con el porno gay.
El experto en ciberseguridad afirma que los hackers extremistas del Estado Islámico están excesivamente motivados en consumir porno gay y enviar fotos de sus penes, tal y como ha indicado en su portal web el pasado 2 de noviembre. Además, allí explicó la razón por la cual no se ha producido un ciberataque por parte de estos desde que se cometió el atentado del 11-S.
En su publicación, Graham aseguró que el ciberterrorismo no supone una amenaza real para Occidente, e incluso llega a afirmar que las acciones del Estado Islámico tan solo se limitan a crear miedo en el resto de países.
El analista de seguridad, tal y como indició en su escrito, esta seguro de que gran parte de los hackers del grupo terrorista son hombres gays o bisexuales que están completamente reprimidos. Una buena muestra de todo ello es que, gracias a esa represión en la que viven inmersos, han conseguido desarrollar las habilidades tecnológicas correspondientes que les permiten evitar cualquier tipo de barrera interpuesta por el propio Estados Islámico o por la nación homofóbica de la que procedan. De acuerdo con él, los extremistas son obligados a publicar imágenes de sus genitales como parte de su proceso de iniciación en ese mundo.
«He explorado la web del Estado Islámico y me vienen a la mente un par de conclusiones –sigue explicando Graham–. La primera motivación de estos hackers es el porno gay. Una de las maneras más frecuentes de iniciación radica en conseguir acceso a estos foros para poder publicar imágenes de ellos mismos bien equipados. Este tipo de acciones son reprimidas en sus ciudades y sociedades natales, por eso el hackeo se convierte en una habilidad necesaria para conseguir todo esto».
Desde su punto de vista, para él era realmente difícil entender por qué los extremistas islámicos homosexuales se involucraban con la ideología terrorista, un modo de pensamiento que está totalmente en contra del mundo occidental y de los derechos LGTB+.