La malas noticias para la comunidad LGTB no solo vienen del viejo continente o de Estados Unidos, México también se empieza a posicionar en contra esta comunidad, o al menos eso es lo que han demostrado los vecinos del municipio mexicano de Tijuana con sus reacciones ante la llegada del colectivo.
La caravana LGTB que está recorriendo el país estaba a punto de llegar a Tijuana, desde donde pasarán la frontera hacia Estados Unidos, lugar en el que van a pedir asilo tras las últimas experiencias negativas vividas en su país natal.
85 migrantes LGTB procedentes de Honduras, El Salvador y Nicaragua, decidieron hace poco emprender el viaje hacia el país vecino por su cuenta. Hasta el momento, su trayecto había transcurrido sin apenas conflictos, pero con su llegada a Tijuana todo ha sido un poco más difícil de lo habitual.
El grupo llegó hasta allí en autobuses privados, donados por abogados estadounidenses. Una vez en el municipio, tuvieron que hacer frente a enfrentamientos verbales con los habitantes, los cuales criticaban la falta de información por parte de las autoridades locales. Hasta la ciudad, el grupo fue escoltado por integrantes del Instituto Nacional de Migración (INM) en Baja California y acompañados por los observadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos CNDH). Pero a su llegada, fueron recibidos por al menos una decena de vecinos molestos, quienes les obligaron a mostrar la documentación que les permite transitar por el país.
“No tenemos nada en contra con ellos, pero no queremos nada tampoco que salgan con sus banderas de colores provocando (…) no estoy en contra de eso de los gays ni nada de eso, pero no se me hace justo que yo tengo una niña y no quiero que vea esas cosas. ¿Por qué? Porque eso de que se anden besando dos hombres que lo hagan en otro lugar, que no lo traigan a esta comunidad”, manifesto José Martínez, uno de los residentes de la delegación Playas de Tijuana.
Pero su entrada a los Estados Unidos tal vez sea más complicada de lo que algunos pueden llegar a imaginar, ya que Donald Trump retiró el pasado 9 de noviembre el derecho a los inmigrantes que lleguen ilegalmente a territorio estadounidense mediante una polémica medida: solo las personas que entren a Estados Unidos por los puestos de control podrán solicitar el asilo.
En estos momentos, la caravana se encuentra cerca de la ciudad Guadalajara, pero pese a que sus integrantes siguen tan combativos como al principio, ya han tenido que decir adiós a una de sus participantes. Ella es Ritzi Naomi, una de las que llegaron con el primer grupo de la caravana, pero decidió separarse del resto de los viajeros centroamericanos que vienen a la frontera norte por temor y situaciones de discriminación.
¿Conseguirán cruzar la frontera con Estados Unidos y alcanzar el asilo que tanto desean? La lucha continúa y el camino no se prevé fácil.