Valencia se ha convertido en el escenario de una nueva agresión LGTB. Ayer, un vecino de la capital del Turia acabó en el hospital tras haber sido apaleado cuando asistía, supuestamente, a una cita sexual.
El suceso ocurría en un barrio de Valencia que no ha sido revelado por la policía para seguir preservando el anonimato de la víctima. La agresión fue llevada a cabo por tres hombres a los que busca la policía, ya que además de los ataques, se les acusa de robo en el domicilio de la víctima.
El acontecimiento tenía lugar el pasado miércoles a primera hora de la mañana. Un hombre de 41 años había recurrido a una APP de encuentros sexuales para vivir uno de ellos en su domicilio particular. Para ello, había concertado el encuentro con un pareja de dos que, para sorpresa del agredido, se convirtieron en tres cuando abrió la puerta de su casa.
Pese a la nueva dirección que tomaban los hechos, el hombre decidió seguir adelante, pero escasos segundos después de abrir la puerta, recibió varios golpes por parte de los tres individuos.
Una vez dentro, los tres invitados le propinaron una brutal paliza, además de arrebatarle el teléfono móvil y huir con otros objetos de la casa. La víctima quedó sola, ensangrentada y tirada en el suelo de su domicilio. Tras esto, decidió llamar al número de emergencias 112, y una ambulancia y varias unidades de la Policía Nacional acudieron a su auxilio
El agredido recibió atención médica en su casa, pero enseguida fue trasladado al Hospital General de Valencia, donde recibió varios puntos de sutura en la cabeza, debido a la profunda brecha que tenía en su cabeza tras los golpes.
Por su parte, la Policía Nacional ha abierto una investigación para tratar de identificar a los tres agresores, de los cuales solo conocen los datos facilitados por la víctima en su descripción. Aun así, desde la brigada científica de la Policía se ha iniciado un investigación de los agresores a través del rastro tecnológico creado desde la aplicación de citas. Al mismo tiempo, rastrearán denuncias similares para saber si es la primera vez que actúan o, si por el contrario, se trata de una banda organizada. El principal problema de todo esto es que muchas víctimas de este tipo de agresiones no suelen denunciarlas por vergüenza.