Aunque Madrid presuma de ser una de las ciudades más liberales del mundo, parece ser que los últimos acontecimientos acaecidos en las aulas de uno de sus colegios no demuestra lo mismo. Dos madres han denunciado a un colegio de Humanes por no proteger a su hija del acoso que sufría.
La pareja, compuesta por dos mujeres, denunciará al colegio concertado de Humanes Santo Ángel de la Dehesa, tras los hechos vividos en los últimos meses. Las madres aseguran que el colegio no tomó las medidas suficientes para garantizar el acompañamiento de la niña en todo momento.
Se habla de aislamiento, acoso y agresiones durante años, pero pese a todo esto, los protocolos contra el acoso escolar no se han activado hasta hace un mes.
La niña tiene ocho años y, por lo que relata, la mitad de su vida ha sido un total infierno en el colegio. Aguanta insultos y agresiones en las aulas porque sus compañeros de clase no entienden que tenga dos madres. Pero los problemas no han sido solo para la niña, las madres afirman también haber sufrido rechazo por parte del resto de padres.
Ana y Miriam, las madres de la niña, sobrepasadas por la situación, no dudaron en ponerse en contacto con el centro escolar, aunque los problemas continuaron y llegaron incluso a hacerse más graves.
«Mi hija me ha llegado a decir que no le importa que le peguen porque son sus amigos», declaró una de las madres.
Tras esto, decidieron dar un paso más y contactaron con el inspector de su zona, el cual les invitó a cambiar a su hija de centro.
«Yo quiero que mi hija sea feliz y vaya a un centro que la inviten a un cumpleaños, algo tan simple como eso», aseguró Miriam.
Por su parte, las madres se han negado a firmar un documento liberando al centro de haber actuado con homofobia. Miriam, en su caso, cree también que alumnos de cinco o seis años no son capaces de proferir por sí mismos insultos homófobos como los que recibía la niña, por lo que también apunta al resto de padres, que en otras ocasiones la habían apartado de celebraciones de cumpleaños.
La Consejería de Educación, que defiende que el protocolo anti-acoso se activó adecuadamente, ofreció a las madres cambiar de centro a la niña. La familia ha accedido pese a la frustración que les supone que la supuesta víctima sea quien se traslade, pero la niña ha empezado este miércoles en otro colegio «muy contenta», según sus madres.