El milagro lleva un año ocurriendo en Madrid. Sí, la mejor música clásica, los mejores intérpretes, mientras te tomas un gintonic con amigos. Vamos, un lujo. Y encima con los músicos a medio metro de distancia y charlando con los asistentes. Todo lo contrario a los distantes ‘templos’ de la música. Y lo mejor: la entrada cuesta 16 euros e incluye un gintonic de The London Nº1 y un aperitivo. Vamos, un lujo.
El ciclo se llama The London Music Nights (una iniciativa promovida por la ginebra The London Nº1 y LaFonoteca) y los conciertos se celebran cada mes en el mítico Café Comercial. Toda una novedad en Madrid, que arrasa en ciudades como Nueva York. Por el escenario del Comercial pasan los mejores. En esta ocasión le toca el turno al Trío VibrArt, formado por Miguel Colom (violín), Fernando Arias (violonchelo) y Juan Pérez Floristán (piano).
Se subirán al escenario del café madrileño el próximo 5 de diciembre (único concierto que se celebra en miércoles, pues son siempre el segundo lunes de cada mes). La formación interpretará un programa con dos obras de Schubert y Shostakóvich. El concierto comenzará con el Trío nº 2 en mi bemol mayor de Schubert, pieza estrenada en 1828, año de la muerte del compositor, en una de las numerosas fiestas privadas a las que solía acudir, más tarde conocidas como «schubertiadas». El tema principal del segundo movimiento fue utilizado en la banda sonora de la película Barry Lyndon de Stanley Kubrick.
La segunda parte del concierto estará consagrada a Shostakóvich y su Trío nº 2 en mi menor. Se trata de una obra de carácter memorial que el compositor ruso escribió en 1944 en homenaje a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial. En concreto, este trío está dedicado a su querido amigo Ivan Sollertinsky, fallecido poco antes de comenzar a componer la partitura.
En muy poco tiempo, el Trío VibrArt se ha consolidado como una formación camerística de referencia. Tras coincidir en las aulas de los mejores conservatorios y escuelas de música de Europa, la amistad que une hoy a sus tres integrantes les ha permitido preservar su personalidad como solistas y enfrentarse a los nuevos retos con una libertad inquebrantable. Su objetivo: que el arte nos siga haciendo vibrar.
Como decimos, la posibilidad de disfrutar de la mejor música clásica con intérpretes de primera, de una manera relajada, entre amigos y tomando un gintonic de The London Nº1 y… ¡a 16 euros!, es un plan que no hay que dejar pasar.