Hace pocos días se hizo pública la noticia de que el actor Kevin Hart había sido el elegido por la Academia de Hollywood para presentar la 91ª edición de los Oscar, que tendrá lugar el 24 de febrero. Pero la comunidad LGTB, las redes y diversos medios recordaron y denunciaron los actos homófobos del cómico que han conseguido que renunciara a ejercer como presentador de la gala.
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Parecía el presentador perfecto tras las polémicas nominaciones recientes que subrayaban la falta de diversidad en Hollywood. A pesar de no ser muy conocido en España, Hart ha participado en grandes superproducciones como Dos espías y medio o Jumanji: bienvenidos a la jungla. El actor cuenta con 66 millones de seguidores en su cuenta de Instagram y es uno de los cómicos estadounidenses que más ingresos tuvieron el año pasado.
Pero lo que parecía una gran apuesta de la Academia, ha sido un fracaso total. Hart ha sido protagonista de varias polémicas sexistas y homófobas por redes sociales. Y la comunidad LGTB se ha encargado de que nadie lo olvidara.
En el 2008, por ejemplo, Hart rechazó un papel en Tropic Thunder porque el personaje era gay, y puso como excusa que nunca podría interpretar a un homosexual: “Lo que creo que la gente va a pensar mientras intento hacer esto me impedirá interpretar al personaje como debo”. Dos años después, en su especial Seriously Funny, centró una de sus bromas en el miedo a que el mayor de sus tres hijos fuera gay, una idea que también abordó en varios tuits. Y años más tarde, en una entrevista con Rolling Stone en 2015, trató de justificar lo dicho como una referencia a sus propios miedos. En ese mismo año estrenó Dale duro, una comedia con Will Ferrell centrada casi exclusivamente en el miedo al sexo anal, y El gurú de las bodas, película que un crítico calificó como “un chiste sobre gays de 100 minutos”.
La Academia rogó a Hart que emitiera unas disculpas públicas, pero el actor usó las redes para ofrecer “sinceramente disculpas por palabras del pasado” y pedir “perdón por hacer daño”, pero también anunció que renunciaba a presentar la gala. Dijo que no quiere ser una distracción, que ha evolucionado y sigue haciéndolo, y que no va a seguir volviendo atrás y dando explicaciones que siente que ya ha dado. Hollywood se ha quedado sin presentador, y parece que tendrán que ser más escrupulosos a la hora de elegir al siguiente.