Ayer se estrenaba en la parrilla de Televisión Española la segunda edición de Maestros de la costura, que en esta ocasión cuenta entre sus concursantes con la exbailarina de Alaska, Lara Sajén, quien nos regaló el momento más emotivo de la noche.
El programa de costura sigue con su funcionamiento habitual, tres pruebas (dos individuales y una colectiva), y una de ellas con expulsión. Fue en esta última cuando la concursante del talent no pudo evitar emocionarse al hablar del resultado final del vestido que había elaborado para no ser la que abandonara el programa.
“He elegido el color azul porque es el color que me han impuesto desde pequeña. Te dicen los chicos azul, las niñas rosa. Me ha perseguido mucho tiempo y no me representaba”, decía entre lágrimas refiriéndose a su infancia como niña trans junto a sus padres, de quienes afirma que “no entendían muy bien lo que sucedía” pero que siempre “habían estado ahí para dar su apoyo”.
En honor a su madre, estableció como complemento un collar, porque siempre le dejó elegir el rosa cuando ella quería.
A pesar de todo, la artista se sentía orgullosa de todo lo que había conseguido en su vida: “Si tuviera que volver y cambiar algo de mi vida no cambiaría nada. Cada golpe, cada paso que he tenido es esto que veis”.
No fueron más que palabras de halago las que recibió Lara por parte del jurado del concurso, en especial las de María Escoté, a quien dedicó el vestido: “Estas cosas son las que me hacen sentir muy feliz con mi trabajo, así que muchas gracias”.