La Casa Azul hace de 'La gran esfera' una apoteósica fiesta en Madrid

Temas: Concierto, La Casa Azul, Madrid, Música

Anoche, La gran esfera de La Casa Azul aterrizó en Madrid. La formación liderada por Guille Milkyway celebró ayer en Ochoymedio club el primero de los dos conciertos –con sold out– que tenía previstos para presentar su nuevo álbum. Con la sala repleta de gente, fue cerca de las nueve de la noche cuando comenzaron a sonar las primeras notas de El momento, uno de los temas de esta gran esfera que, desde el minuto uno, puso al público a saltar y gritar las siempre complejas letras marca de la casa.

Un subidón al que también contribuyeron las enormes pantallas que, gracias a las proyecciones, consiguieron trasladar a todo el público al universo electropop de La Casa Azul. Puede incluso que estemos ante uno de los mejores shows sobre el escenario del grupo, culpa de la simetría de la puesta en escena y los interesantes contraluces de Guille, del que en ocasiones solo vemos su silueta delante de vivos colores y formas en movimiento que hermanan a la perfección con el ritmo de los temas.

Es evidente que el público ya conoce y disfruta los nuevos hits de la banda, y hay que recordar que, aunque La gran esfera lleva tan solo una semana en la calle, algunos singles se lanzaron hace más de un año. Pero en esta nueva gira, cómo no, también tienen cabida los numerosos éxitos que ha cosechado a lo largo de veinte años, una extensa lista que dio lugar a más de dos horas de concierto.

La música de la banda ha evolucionado, sus letras han madurado y los sonidos han ido incorporando elementos más urbanos, sobre todo en el caso del nuevo disco. Este contraste se percibe al comparar algunos de sus primeros temas como Chicle cosmos y el más reciente Ataraxia, por poner algún ejemplo. Un camino que enriquece aún más el repertorio del concierto. Ni público ni autor dan la espalda al pasado, al contrario; el público se volvía loco coreando clásicos para sus seguidores como Superguay, No más Myolastan, Cerca de Shibuya…

La fiesta fue de hit en hit, casi sin respiro, hasta llegar a la recta final, donde Milkyway puso toda la carne en el asador, sin dar lugar a ningún bis. Convertida en un auténtico himno que está viviendo una segunda juventud, La revolución sexual fue una de las guindas del pastel. El tema más conocido de la banda dio la mano a otro más nuevo pero que, por cómo se recibió anoche, va camino de convertirse en un digno sucesor del anterior, Nadie pudo volar. Tras este chute de energía, el cierre dio un giro de 180 grados y, solo con su piano, Guille Milkyway interpretó una íntima versión de Como un fan. Y así se fueron todos los asistentes, como fans reafirmados en la idea de que La Casa Azul es la anfitriona de una de las mejores –y más interesantes– fiestas con las que cuenta el pop español.