Las razones por las que Dumbo vuela alto de nuevo de la mano de Tim Burton

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Es curioso lo que ocurre cuando uno se sienta a ver Dumbo. En cuanto se apagan las luces de la sala de cine, el espectador comienza un viaje que le lleva de vuelta a dos lugares conocidos, pero no por ello menos interesantes.

Uno de ellos es aquella sencilla y emotiva historia que en 1941 se convirtió en uno de los primeros clásicos de Disney; y el otro es el reconocible universo surgido de la cabeza del director Tim Burton. Una realidad tan gótica como infantil que resulta idónea para albergar las vivencias del archiconocido pequeño elefante de orejas gigantescas.

El viaje no es solo metafórico. Durante los primeros minutos de metraje de esta revisión en acción real de Dumbo, te encuentras inmerso en una travesía en tren por los Estados Unidos de 1919, el mismo en el que viajan los artistas y animales de la compañía del Circo de los Hermanos Medici.

Este es el punto de partida de la película, y también el del recién nacido elefante, que deberá enfrentarse a la separación de su madre y a la consecuente soledad, y conocerá de primera mano la violencia y el egoísmo del ser humano. Un camino de superación donde también encontrará el significado de la amistad y la familia, que no siempre se corresponde con los lazos de sangre.

Este viaje es uno de los mejores que ha ofrecido Burton en los últimos años, y demuestra que su hermandad con Disney tiene más sentido que nunca, ya sea por la historia que narra o por la manera en que lo hace. El director no se ha conformado con recontar la vida de Dumbo, la ha adaptado a un nuevo formato, la ha dotado de mayor veracidad, ha incorporado más personajes y les ha dado nuevos matices…

Pero también ha sabido mantener la esencia del cuento que todos conocemos, ha respetado la estética del elefante –cuya recreación digital es tan tierna como admirable–, y ha jugado con ciertos guiños al largometraje original, como la locomotora sonriente, la presencia de ratoncitos disfrazados de soldados –en homenaje al mejor amigo de Dumbo en la versión animada– o la escena los elefantes creados por pompas de jabón, que rememora una de las secuencias más originales –y en ocasiones perturbadora– de la factoría.

Dumbo ha sumado con Tim Burton y el nuevo guion de Ehren Kruger. Se ha acercado a los tiempos que corren y sus moralejas alcanzan nuevos territorios como los derechos de los animales, el empoderamiento de la mujer –las niñas también pueden soñar con ser científicas– y el valor de la libertad por encima de todo. Se ha dotado de mayor humanidad a la historia, algo a lo que contribuyen los actores y actrices protagonistas, entre los que encontramos a dos viejos amigos del cineasta como son Michael Keaton y Danny DeVito; a Colin Farrell y a Eva Green, en uno de sus papeles más agradecidos junto al director. Todos ellos, y otros muchos, han conseguido que Dumbo, al igual que su protagonista, vuele alto de nuevo.