Podríamos decir que las vidas de Alejandro Reina y Lucas Rubio son paralelas, pero solo una de ellas es real. O eso creemos, porque dentro del formato experimental de Skam España, la serie de Movistar + que narra la historia de 16 adolescentes, nada es lo que parece, sino todo lo contrario. Remake de su matriz noruega –“la original tiene un encanto especial, mientras que en España la hemos modificado un poco para que no parezca lo mismo“–, se desarrolla en directo y sin previo aviso a través de los perfiles de redes sociales creados exclusivamente para la serie, un contendido que se compila para la emisión de un capítulo semanal. “Me han llegado a decir que qué hago subiendo un vídeo saliendo del armario, que dónde coño me había metido todo este tiempo, que por qué ahora me llamo Lucas, y que ya se sabía que era maricón. Y es que hasta que uno de los vídeos no se hizo viral, no se especificó que era para Skam España, así que alguno se pensó que era real. Todo está tan bien hecho que se malinterpretó, y eso mola”, explica Alejandro, cuyo personaje ha traspasado los límites de la ficción.
Al final de la primera temporada, Lucas decide colgar un vídeo en su canal de YouTube donde argumenta por qué ha decidido salir públicamente del armario, exactamente el mismo modus operandi que Reina llevó a cabo cuando tenía 16 años. Y ambos lo hacen sabiendo que significarse de forma explícita como gay no es más que una opción de cómo vivir tu sexualidad con naturalidad. “Veo completamente válido hacerlo visible, o simplemente contarlo cuando se da el caso. Mi principal preocupación fue más bien un dilema, relacionado con manifestar en público la homosexualidad de Lucas. Cuando yo salí del armario, también subí un vídeo contando mi experiencia, y años después lo borré y casi me arrepentí”. Y añade, visiblemente emocionado: “Con Lucas reflexionaba sobre cómo hacerlo dentro de la libertad del guion, quería mostrar que me apetecía para ayudar a los demás, pero que la sociedad tampoco me lo imponía. Ahora, con toda la gente que he ayudado, me doy cuenta de que más bonito no habría podido ser”. En cada secuencia, Alejandro experimenta un emocional viaje al pasado del que extrae una conclusión positiva: “Es importante haber aceptado todas las mentiras que te has tenido que decir a ti mismo, y a los demás. Pensaba que se me iba a hacer más difícil, pero cuando eres consciente de que has sido alguien que no querías ser, y que ahora eres feliz, deja de doler pensar en los momentos en los que lo pasaste mal. Claro que hay secuencias que te remueven, que te dejan tocadísimo, pero en el fondo me gusta que sea así”.
Habla con una insultante madurez, propia de la responsabilidad y trascendencia que su papel ha adquirido. Y es que esta novedosa forma de acercarse al espectador ha propiciado que su trama haya conectado con una generación que aún necesita discursos y personajes como el de Lucas para poder ser libre. “Representa a muchos chicos que han salido del armario o están pensando en hacerlo; yo soy el primero que me siento identificado con él. Y es precioso, porque yo he sufrido cómo él lo hace, siempre lo he sentido como mi propia historia. Su evolución es más o menos la que hemos tenido todos los jóvenes gays. A partir de ahora, ya puede ser él mismo”.
En Skam España, temas como el bullying, el feminismo y la visibilidad LGTBI tienen un peso importantísimo, como vuelve a demostrar su recién arrancada segunda temporada, donde Rubio, con un protagonismo progresivo, coquetea con el spoiler para exteriorizar su entusiasmo. No sin antes dejar claro que aún no se ha hecho lo suficiente para alcanzar la igualdad real: “Según las estadísticas, España es uno de los países más tolerantes del mundo, pero la homofobia sigue latente, y por eso no hay que dejar de seguir luchando para cambiar las cosas. Hacía falta una temporada como la que viene en Skam España, para visibilizar al colectivo LGTB, y en especial a las mujeres, porque hay muy pocas tramas lésbicas. Para mí la serie va a seguir siendo muy especial”.
Fotos miguelangelfernandezphoto.com
Conjunto Bershka
Calzado Abarcas Mibo