Hoy, miércoles 3 de abril, entran en vigor en el pequeño país asiático de Brunéi varias leyes islámicas, y entre ellas una que castiga la homosexualidad con pena de muerte. Una atrocidad que numerosos gobiernos, grupos de derechos y las Naciones Unidas han condenado, y a la que han querido enfrentarse importantes personalidades de la música y el cine.
El actor George Clooney ha pedido el boicot al grupo de hoteles propiedad del sultán de Brunéi, Muda Hassanal Bolkiah, una de las personas más ricas del mundo gracias a la industria petrolera del país. Clooney no ha sido el único personaje mediático que ha hecho un llamamiento para aislar al grupo hotelero, el cantante Elton John se ha sumado a su petición y le ha felicitado a través de Twitter por haberse posicionado “en contra de la discriminación y la intolerancia contra los homosexuales”.
Cabe recordar que la homosexualidad ya era ilegal en este sultanato que no llega al medio millón habitantes, pero este endurecimiento hacia la pena de muerte resulta intolerable para el resto del mundo. Entre las barbaridades que se incluyen en la nueva ley del sultán se encuentra la lapidación por homosexualidad o adulterio, 100 latigazos para las mujeres que mantengan sexo con otras mujeres, amputación de miembros por robo y encarcelamiento por vestirse como una persona de distinto género. Ante esta lista de sinsentidos, la ONG Human Rights Watch ha instado a Hassanal a la suspensión de este tipo de condenas, por ser absolutamente contrarias a los derechos humanos.
Los hoteles que posee el sultán de Brunéi son los siguientes: el Dorchester y el 45 Park Lane de Londres, el Coworth Park de Reino Unido, el Beverly Hills Hotel, el Hotel Bel-Air de Los Ángeles, el Maurice y el Plaza Athenee de París, el Eden de Roma y el hotel Principe di Savoia de Milán.