El pasado 23 de marzo, La 1 estrenó Prodigios, el último talent show infantil de Televisión Española. Aquí, veintisiete grandes promesas de entre 7 y 16 años han demostrado sus dotes en las disciplinas de canto lírico, danza clásica e instrumentos de orquesta.
A medida que transcurría el programa, los concursantes han emocionado con sus actuaciones al jurado, compuesto por tres artistas de gran calado internacional: el coreógrafo y exbailarín Nacho Duato, la cantante lírica Ainhoa Arteta y el director de orquesta Andrés Salado.
Prodigios recoge a la perfección todos los requisitos que debería cumplir una cadena pública: arte, divulgación, aprendizaje, emoción, visibilidad y espectáculo. Además, RTVE ha logrado acercar al público a unas doctrinas aparentemente lejanas: “Es una apuesta muy valiente. Prodigios pretende enseñar a los jóvenes que hay otras opciones musicales y artísticas”.
El sábado 27 de abril tuvo lugar, en el auditorio del Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid, la final del talent musical. Lucía Rodrigo, Raúl Parejo, Jaime Infante, Carla Gómez, Elisabetta Fasoglio y Saïd Ramos fueron los seis finalistas de esta emocionante gala. Finalmente, Saïd se proclamó ganador y fue elegido por el público como “Prodigio del año”. El joven bailarín obtendrá, además del trofeo, un premio de 20.000 euros y un curso de perfeccionamiento intensivo en el Centro de Alto Rendimiento Musical de la Universidad Alfonso X El Sabio de Madrid.
A sus 15 años, el barcelonés conquistó a todos con su interpretación del Andantino de Tchaikovsky, especialmente a Nacho Duato, que recordó emocionado su infancia como bailarín: «Empecé a bailar a los 13 años y en casa no me dejaban. Me tuve que ir a un estudio de ballet y todo eran niñas, no había ni un niño. Cuando salía, tenía que esconder las mallas y las zapatillas porque los niños me llamaban marica».
A lo que, conteniendo las lágrimas, añadió: «Sigue adelante porque sé que lo vas a conseguir. Tienes mucha suerte de haber nacido en una España libre, una España democrática y no la que me tocó vivir a mí. Enhorabuena». Esta conmovedora lección se ha convertido en la sensación del fin de semana.
Estos dos minutos de Nacho Duato son muchas cosas a la vez: emoción, fuerza, verdad, silencios… Hay que verlos.pic.twitter.com/pB3472Z3k2
— Jordi Évole (@jordievole) 28 de abril de 2019