El Tribunal Constitucional de Taiwán ya había dictaminado en 2017 que las parejas del mismo sexo tenían derecho a casarse legalmente, y desde ese momento, el Parlamento dio un plazo de dos años para realizar los cambios oportunos en la legislación.
Casualidad o no, el día escogido para aprobar la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo fue el 17 de mayo, que es el Día Internacional contra la Homofobia (IDAHOT).
Taiwán se debatió entre tres proyectos de ley diferentes para legalizar las uniones homosexuales y, finalmente, se ha decantado por el más progresista de ellos. Reconoce estas uniones como matrimonio y les daría tanta legitimidad como a una pareja heterosexual.
Multitud de activistas y simpatizantes de los derechos de los homosexuales se reunieron entre gritos de alegría frente al edificio del parlamento en Taipei, la capital, para celebrar el resultado, que ha sido aprobado por 66 votos a favor y 27 en contra gracias a la mayoría del Partido Democrático Progresista.
Tsai Ing-Wen, presidenta de la República de China (Taiwán) ha celebrado la noticia en sus redes sociales a través de un tuit que dice: «Buenos días, Taiwán. Hoy tenemos la oportunidad de hacer historia y enseñar al mundo el progreso y los valores que arraigan en el este de la sociedad asiática. Hoy podemos mostrar al mundo que el amor gana».
Good morning #Taiwan. Today, we have a chance to make history & show the world that progressive values can take root in an East Asian society.
Today, we can show the world that #LoveWins. pic.twitter.com/PCPZCTi87M
— 蔡英文 Tsai Ing-wen (@iingwen) May 17, 2019
Varios activistas habían declarado antes de la votación que esta era la única versión que aceptarían.
«La lucha por la igualdad no se detiene aquí. Continuaremos luchando contra la discriminación, el acoso y la defensa de la educación para la igualdad de género», dijo a la agencia de noticias Reuters Jennifer Lu, coordinadora del grupo de derechos Coalición por la Igualdad en el Matrimonio.
Se trata de una muy buena noticia que abre las puertas de la tolerancia y la igualdad en Asia. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, ya que en países asiáticos como Brunei aún siguen existiendo leyes que parecen del Medievo.