La jugadora de fútbol Megan Rapinoe se ha negado a cantar el himno nacional como gesto de protesta contra el gobierno de Donald Trump.
Esta futbolista abiertamente lesbiana, que juega como centrocampista, se arrodilló y es quedó en absoluto silencio mientras sus compañeras de equipo cantaban el himno al comienzo de su partido en el Mundial de Fútbol femenino, que se celebra en Francia.
La decisión de no cantar el himno estaba tomada desde tiempo atrás, y Rapinoe se lo había contado en una entrevista a Yahoo Sports: «Probablemente, nunca ponga mi mano sobre el pecho y nunca cante el himno nacional de nuevo».
La futbolista explicó que «es un especie de “que os jodan” hacia todos esos sentimientos de desigualdad que la administración Trump está haciendo surgir entre toda esa gente que no es exactamente como él».
De hecho, también afirmó que no iría a la Casa Blanca si su equipo ganase el Mundial. «No voy a fingir y codearme con el presidente, quien está claramente en contra de muchas de las cosas por las que estoy aquí y otras muchas de las que realmente soy», dijo la estrella del fútbol a Sports Illustrated en mayo.
Sin embargo, los sectores más conservadores de Estados Unidos han criticado duramente la decisión de la futbolista. Y la propia selección de Estados Unidos ha sido también criticada por su poco fairplay… por haber celebrado los trece goles que le endosó hace unos días a Tailandia.