Casi todo lo que ha conseguido Carolina Iglesias ha sido sin buscarlo. Pasó de vivir en Galicia a convertirse, casi sin querer, en un personaje habitual de Internet, la radio y la televisión; tampoco se lo pensó cuando grabó un vídeo en el que hablaba abiertamente de su bisexualidad.
Su naturalidad ha ayudado a que mucha gente vea derrumbadas algunas barreras propias del heteropatriarcado. Pero no hay que cantar victoria, porque aún queda mucho por hacer en este ámbito.
De Galicia a las ondas...
«Me vine a Madrid hace ocho años para estudiar Filología hispánica, pero no la acabé porque yo lo que quería era escribir. Empecé a hacer cursos de guion y monólogos en bares y en Paramount Comedy. Solo tenía 18 años y fue un shock. Veía que estaba consiguiendo mis objetivos soñados a largo plazo… y me agobié. Me tomé una pausa y comencé a grabar vídeos para YouTube, creé mi canal, y al tiempo hice una prueba para ser colaboradora de Yu, no te pierdas nada en la radio, y les gusté. Y ahí llevo ya cuatro años.
Mi objetivo nunca ha sido estar delante de las cámaras. Me encanta escribir y hacer reír, y si puedo decir yo lo que escribo, pues mejor, pero no era mi idea inicial. Mi vida es la comedia, hasta el libro de poesía que he publicado tiene algo cómico. Algunos poemas eran muy dramáticos y me parece horrible regodearse en la tristeza».
El papel de la mujer
«De un año a esta parte, las cómicas se han hecho más visibles. También creo que la televisión se ha dado cuenta de que si no hay mujeres en un espacio se acaba criticando, y eso antes no se hacía, o se hacía en petit comité; las redes sociales han ayudado mucho en ese sentido. Y me da igual que metan a mujeres para que nos callemos, al menos lo están haciendo. Yo siempre pensé que mi limitación iba a ser el físico, pero no ha sido un obstáculo. En mi adolescencia estaba acomplejada, y aunque ahora me quiero y acepto, soy consciente de que no tengo un cuerpo perfecto ni unas tetas grandes, pero son cosas que no considero necesarias. También hay muchas mujeres con cuerpazo y muy válidas. Creo que estamos avanzando, pero falta afianzar y tener a mujeres en puestos principales».
Un punto de inflexión
«El año pasado hice un vídeo para It Gets Better hablando de la bisexualidad. Yo no tenía problema en decirlo, pero me agobié al ver que sacaron varias noticias en medios digitales. Fue un poco loco y lo hice casi sin pensar. En mis redes estaba fuera del armario completamente, pero el vídeo tuvo muchas visualizaciones y no quería que se me conociera solo por mi sexualidad.
Sentí mucha responsabilidad de repente, como si fuera abanderada de algo, cuando yo misma reconocí que llevaba muy poco formando parte del colectivo LGTB. Pero ahora me veo mejor que entonces, estoy más reafirmada en mi posición, me he informado sobre el colectivo y su historia.
Cada vez más, siento que el día del Orgullo es mi día y mi fiesta, eso antes no lo sentía tanto. No me considero un referente, pero es reconfortante cuando alguien me escribe porque le he ayudado. Para mí, ese es el sentido de tener seguidores en redes sociales».
Cosas pendientes
«Siempre me han faltado referentes bisexuales. En Madrid conocí mujeres que lo eran y se mantenían en esa etiqueta, no era una transición hacia la homosexualidad como la gente piensa. En televisión casi no hay personajes bisexuales, solo se me ocurre una chica en la serie Skam España. Pero en general, el colectivo tiene poca visibilidad aún, y las mujeres menos; no está normalizado que una mujer hable de su sexualidad. Por eso yo en radio, y ahora en Zapeando, hablo más de chicas solo por fastidiar. Para que vean que si un hombre hace una broma sobre una mujer, yo la puedo hacer mejor, más sutil y bonita. Es necesaria una voz femenina en televisión, a la que además le gusten las chicas. Ahora estoy escribiendo el guion de una serie sobre una chica bisexual gallega por Madrid, que quizá salga el año que viene».