Por lo general, en Túnez la homosexualidad no está bien vista, e incluso está penalizada. Munir Baatur es el primer candidato gay a la presidencia del país norteafricano. Ahora bien, Baatur no es solo uno de los activistas LGTB más conocidos en Túnez, sino que también ha sido el primero en desafiar una ley en vigor que castiga con hasta tres años de cárcel las prácticas homosexuales. Es conocido por su trabajo en una de las asociaciones LGTB más importantes del país, Shams, encargada de luchar y velar por los derechos del colectivo.
Sin embargo, el futuro candidato a la presidencia no quiere que su orientación sexual sea señalada durante la campaña. “Mi orientación sexual no es una cuestión relevante. A los otros candidatos no se les pregunta por ello”. A su vez, es consciente de que es un tema jugoso para la opinión pública. “No me molesta que los medios lo mencionen, pero me veo como el simple candidato de un partido”.
Han sido muchas las preguntas a Baatur sobre su programa para las elecciones presidenciales de Noviembre. El líder de Shams ha dejado claro las medidas para la comunidad LGTB. “En primer lugar, hay que considerar la abolición del artículo 230 que criminaliza la homosexualidad”. Adicionalmente, ha propuesto penar contundentemente las agresiones homófobas. “Es necesario que se incluya como agravante el ejercer la violencia contra los homosexuales”.
Finalmente, ha defendido al colectivo trans y ha luchado por sus derechos. “Los transexuales tienen derecho a cambiar su estado civil legalmente sin necesidad de operarse”. Son más de cien mil las firmas que asegura tener el activista para oficializar su candidatura.