La primera vez que Brooke Candy cautivó al mundo con su música fue en 2012, con el single autoproducido Das Me, donde idealiza sus pechos y se apropia de la palabra ‘puta’ con mucho orgullo y reivindicación. A este hit le siguieron otros como I Wanna Fuck Right Now y Everybody Does, y poco a poco fuimos conociendo su estilo. Ha sido comparada con celebrities como Lady Gaga, Iggy Azalea y Gwen Stefani. Sin embargo, su identidad cyborg, sin género, queer y transhumana la convierte en una persona muy interesante y con mucho que decir a través de su arte sobre el feminismo, el transhumanismo (movimiento cultural e intelectual que tiene como objetivo final transformar la condición humana mediante el desarrollo de tecnologías disponibles que mejoren las capacidades humanas) y la libertad de expresión en general.
Brooke Candy se consagró en la industria de la música con su primer EP oficial, titulado Opulence, que salió junto con un videoclip en colaboración con el fotógrafo Steven Klein y el estilista Nicola Formichetti. La opulencia es un término para referirse a una gran riqueza y además presumir de ella, algo así como más es más, pero también es un término adoptado por la comunidad drag y trans desde los tiempos de Paris is Burning. Está muy bien que una artista con ideas que confrontan al heteropatriarcado tenga una voz, pero ¿de qué sirve si el mensaje está llegando únicamente a la comunidad LGTB? Por esta razón, la cyborg se plantó con fuerza en el mundo mainstream tras colaborar con Sia en su álbum debut Sia x Brooke, y la verdad que forman el tándem artístico perfecto para hacer llegar sus ideales a los oídos más convencionales.
Y qué mejor forma de llegar a todo el mundo que a través del porno, que es lo más buscado en Internet desde sus orígenes. La artista ha dirigido recientemente su primera película erótica en colaboración con Pornhub, titulada I Love You, un film avant-garde que ellx mismx describe como uno de los trabajos creativos más gratificantes que ha hecho. La película está dividida en tres actos: el primero, lésbico, seguido de uno gay, y por último uno trans; y los tres comparten una estética fantasiosa y romántica poco frecuente en el porno.
En rueda de prensa nos desvela que “la creación de este film y tener la oportunidad de presentar al mundo su propia sexualidad a través de Pornhub ha sido un sueño hecho realidad. Quería crear algo que fuera como un sueño de fantasía, y por eso hago referencia a realizadores como Bruce La Bruce y Matthew Barney, además de a escenas del porno históricas como Deep Throat, en las que se siente la sensualidad de forma visceral, algo que en mi opinión falta mucho en la industria”.