A la hora de hacer la maleta para embarcarte en un crucero gay Atlantis se deben tener en cuenta varios imprescindibles. No pueden faltar bañadores, de todo tipo, colores, formas, estampados… Probablemente sea la prenda que más luzcas a lo largo de los días, ya sea tomando el sol, en la piscina o en alguna playa de las ciudades que se visiten.
El segundo tiene que ver con las fiestas temáticas que se celebran cada día –algunos días hay varias, con dress codes totalmente diferentes–, entre las que encontramos Sea of Nations, donde debes sacar los colores de tu país; Wild Things, para sacar el animal que llevas dentro; o la mítica White Tales, donde el blanco es el rey. Los disfraces son esenciales para disfrutar a lo grande de un crucero Atlantis, integrarse con el resto de viajeros y vivir una experiencia única.
El último consejo –y el más importante– es ir cargado de buen rollo, de ganas de pasarlo bien, de hacer amigos, para conocer chicos de todas las partes del mundo y vivir una semana de libertad. Un inmejorable ambiente que hemos vivido a lo largo de siete días y ahora te contamos de primera mano.
A pesar de las fiestas y todo el entretenimiento que ofrecen los cruceros Atlantis, estos también son una fantástica manera de conocer otros países. Este pasado verano, a bordo del Oasis of the Seas –uno de los barcos más grandes del mundo, con cerca de treinta bares y restaurantes, comercios, rocódromos, simuladores de surf, piscinas, jacuzzis–, el de Atlantis se ha convertido en el mayor crucero gay que jamás haya navegado por Europa.
Unas vacaciones sin igual que comenzamos en Barcelona y que nos llevaron por algunos de los más importantes puertos de Europa. Visitamos Palma de Mallorca, Marsella e importantes ciudades de Italia como Civitavecchia –conocida como el puerto de Roma– o la bella Nápoles, donde fue inevitable probar una de sus famosas pizzas.
Para conocer y abrirte a la cultura de otras nacionalidades no hace falta pisar tierra. A bordo del Atlantis se puede conocer a hombres de Estados Unidos, Canadá, Australia, Francia, Alemania, México, Colombia y un largo etcétera en el que, por supuesto, también encontramos muchos españoles.
Miles de hombres que, ya sea con sus amigos, su pareja o solos, deciden pasar juntos unos días en los que las fronteras y las diferencias desaparecen. Da igual de dónde seas o cómo seas, siempre vas a encontrar una sonrisa o una buena conversación a bordo de un crucero como este. Tanto es así que los viajeros que ya han repetido con Atlantis en más de una ocasión –que son muchos– aseguran que, gracias a estas experiencias, han estrechado lazos con otras personas y han acabado convirtiéndose en buenos amigos, o incluso en parejas.
Uno de los falsos prejuicios que se pueden tener de cara a decidirse por pasar las vacaciones en un crucero gay es la idea de que todos los hombres que viajan en él tienen un cuerpo musculoso. Sin embargo, la idea no podría estar más alejada de la realidad. Basta con darse un paseo por la cubierta en donde se encuentran las piscinas y jacuzzis para descubrir que los cánones de belleza no tienen importancia en Atlantis.
No solo eso, sino que todos los hombres, tengan el cuerpo que tengan (fibrados, osos, depilados, con vello…) muestran orgullosos su físico. No hay lugar para los complejos y las diferencias en estos viajes.
Courtney Act
Puede que a estas alturas ya te hayas convencido para aventurarte en un crucero como este, pero aún hay mucho más. Entre todas las actividades que la compañía de cruceros ofrece encontramos la posibilidad de disfrutar de importantes musicales o los shows de artistas internacionales. En el caso de este último crucero por el Mediterráneo, tuvimos la oportunidad de ver a la concursante de RuPaul’s Drag Race y ganadora del Gran Hermano VIP británico Courtney Act; el concierto del cantante de Scissor Sisters, Jake Shears; el premiado musical de Broadway Cats; o las sugerentes acrobacias de la compañía AirOtic. Una completa y atractiva programación que ameniza cada una de las noches en alta mar.
Jake Shears
Turismo, entretenimiento, ocio, libertad, descanso, diversión… y muchos hombres con los que compartir todo ello. Así se podría definir un crucero de la mano de Atlantis. Pero la compañía no se conforma con estas cualidades y cada año busca mejorar sus rutas y experiencias.
Para 2020 ya cuentan con tres grandes cruceros gays por diferentes partes del mundo. Uno en julio que parte de Ámsterdam y recorre toda la costa de la península ibérica hasta terminar en Barcelona. En agosto cuentan con una ruta que se centra en Italia y las islas griegas, y en febrero se trasladan a Oceanía para descubrir Australia y Nueva Zelanda. Diversas opciones que siempre llevan la libertad y la diversión por bandera.
más información en www.atlantisevents.com