El 6 de febrero de 1999 nacía la leyenda urbana más increíble jamás propagada por el territorio español. En el bulo estaban implicados el programa Sorpresa, Sorpresa, el cantante Ricky Martin, una fan adolescente del divo latino, un perrito llamado Ricky y un frasco de mermelada (aunque, dependiendo de quien contara el chisme, la mermelada podía ser Nocilla, Nutella, leche condensada, crema de cacahuete o incluso fuagrás). Pues bien, veinte años después, todos los ingredientes de aquel camelo se han vuelto a reunir en otra noticia y bajo el fantástico titular “Ricky Martin crea su propia marca de mermelada como El perro y yo”.
El encargado de tal exclusivón ha sido el diario satírico El Mundo Today, y aunque sabemos que hay que leerlo desde el código de la parodia, nos ha servido para recordar este surrealista momento que vivieron –y alimentaron– los españolitos a finales de los 90.
En esta secuela fake ideada por El Mundo Today, el perro habría sido adoptado por Ricky, rebautizado como Chayanne y formado parte del proceso de creación de la mermelada. “Se unta muy bien sobre cualquier superficie”, habría declarado el puertorriqueño a la publicación.
Lo fabuloso de la patraña original es que se hizo viral antes de que ni siquiera la palabra ‘viral’ se hubiera viralizado (valga la redundancia) para referirse a todo ese contenido que se comparte masivamente en redes sociales. Corría el año 7 a.T. (antes de Twitter) y, en solo dos días, toda España hablaba del tema; algunos afirmaban incluso haber visto con sus propios ojos como la joven se untaba la mermelada en los genitales. Y lo más fuerte es que la grotesca escena habría ocurrido en riguroso directo, durante del programa Sorpresa Sorpresa de Antena 3, que era presentado en aquella etapa por Concha Velasco, y con Ricky Martin metido en un armario, esperando una orden de realización para salir y sorprender a la muchacha.
Se ha escrito mucho sobre el embuste zoofílico, desentrañando el origen de la historia y el motivo de su increíble difusión, y todas las conclusiones llegan al mismo punto: era “tan divertida y potente que la verdad quedó en un segundo plano”, escribió el periodista Antonio Orgí en su libro Leyendas urbanas en España.
La propia Concha Velasco abrió el programa siguiente desmintiendo todo: “Hemos sido víctimas de un bulo. Nos han atacado en una especie de locura colectiva, un ataque en el que se hablaba de algo que nunca ocurrió. Todo es mentira”… Pero lo malo de las mentiras reiteradas es que dejan poso, y siempre hay alguien que las sigue creyendo aunque pasen décadas, aunque no haya niña, ni perro, ni mermelada… Y aunque hayan pasado bastantes años desde que Ricky Martin saliera del armario.