No cabe duda de que la danza es curativa, comunicativa y festiva; una herramienta alegre y poderosa para intervenir en la política y la sociedad. Los miembros de WERK for Peace lo sabe muy bien, y utilizan el baile como elemento principal de sus protestas.
Esta semana, mientras los gobernantes del mundo se veían las caras en la Cumbre de Acción Climática 2019 en la sede de la ONU, en Nueva York, WERK for Peace se manifestaba en Washington DC por la justicia climática con delirantes pasos de twerk y sobredosis de confeti de colores. Una auténtica fantasía que es necesario compartir.
Este grupo de activistas LGTB+ nació en 2016 como una respuesta a la terrible masacre del club nocturno Pulse en Orlando. WERK for Peace es un movimiento con base queer y trans que utiliza todas las formas de baile para promover la paz. Convierten las calles en improvisadas pistas de baile para conseguir visibilidad, y utilizan sus cuerpos en busca de justicia social. Gracias al arte, sus performances han conseguido hacerse virales en varias ocasiones.
Sus protestas les han llevado, por ejemplo, frente a las casas del vicepresidente de EE UU, Mike Pence, y la hija del Presidente Donald Trump, Ivanka. El principal motivo de su lucha es exigir cambios en cuestiones LGTB, aunque también se han unido a otros movimientos importantes, desde las leyes de control de armas hasta –como en este caso– los efectos del cambio climático.
Out here shutting down DC for climate justice. STOP PIPELINES NOW! KEEP IT IN THE GROUND! #ShutdownDC @350_DC @sunrisemvmt @GretaThunberg @mdc_dsa pic.twitter.com/QntcNH6QO5
— WERK for Peace (@werkforpeace) September 23, 2019