Sobran los motivos para tener una hilarante y deslenguada conversación en clave LGTBI con Yolanda Ramos. Ella misma se autoproclama diva gay, con todas las de la ley: “Yo soy muy marica, siempre digo que a mí los maricas me salvaron la vida, y es verdad. A mí y a muchas mujeres, porque nos habéis dado tanta seguridad en nosotras mismas… Sois los que más me habéis halagado y confiado en mí, con los que más me he reído y los que más habéis fomentado mi parte artística. Es verdad que luego acabé un poco hasta las narices de ir siempre con mis amigos a la misma discoteca gay en Barcelona, y decía ‘joder, igual debería buscarme una amiga hetero…”, confiesa con naturalidad. Este mes, después de encandilarnos en Paquita Salas, se vuelve a poner a las órdenes de Los Javis en La llamada, y promete ser igual de espontánea y surrealista que con nosotros.
SHANGAY ⇒ Queríamos hacer esta entrevista desde que donaste a una ONG de familias de menores trans el premio de Tu cara me suena que compartió contigo Blas Cantó…
YOLANDA RAMOS ⇒ ¡No me digas! Ya desde pequeña veía a personas trans y me daban como ternura, fíjate. Un mirarnos a los ojos y decir “yo te entiendo tía”, no sé por qué. En el colegio de mi sobrina conocí a una niña que nació en el cuerpo de un niño, y que desde los 3 años empezó a tratarse porque decía que pensaba en rosa. La naturalidad con la que mi sobrina y los niños de su clase trataron el tema me hace pensar que por fin hay una revolución, y esta niña no tendrá que acabar de prostituta como única salida para las mujeres trans. Luego, durante el concurso era la época en que se paseaban los mamones de aquel autocar maldito de Hazte Oír por toda España, y pensé en los padres que luchan tanto para que su hijos sean felices… Y no dudé en darles el premio.
SHANGAY ⇒ Y mira a Blas, en Eurovisión.
YOLANDA RAMOS ⇒ Me hizo una ilusión tremenda, es que Blas es muy grande. Además, va a ir con algo suyo, tiene suficiente personalidad como para que sea una gran apuesta. Creo que hemos enviado al tío perfecto. Porque detrás de esto hay una carrera de mucho esfuerzo, él ha estudiado desde muy pequeño. Lo de ganar ya… Una vez una perdí un concurso de monólogos y estaba desesperada, y una amiga me dijo “es maravilloso no ganar, te ahorras muchas cosas, piénsalo”.
SHANGAY ⇒ ¿Sigues sorprendida con el éxito de Noemí, tu personaje en Paquita Salas?
YOLANDA RAMOS ⇒ La vida es tan inesperada y esta profesión es tan extraña… Yo sobre todo lo que estoy es muy agradecida porque, lo digo en serio, veo que hay mucha gente que de verdad ama a Noemí. Como no me suelo meter en redes ni nada, siempre que puedo aprovecho para agradecerlo, porque creo que es algo que hay que hacer.
SHANGAY ⇒ ¿Qué significan Los Javis en tu carrera?
YOLANDA RAMOS ⇒ En mi carrera y en mi vida… Yo les diría “os estábamos esperando”, había que romper con lo que había hasta ahora a nivel audiovisual, artístico, etc. Se nos estaba quedando un país un poco irreal y casposo en lo televisivo. Y han tenido que llegar ellos, de otra generación, para romper con esto, para hablar de las cosas universales, no solo temas LGTB, y de verdad. Jamás pensé, cuando a los 20 años lloraba por no encontrar trabajo de esto, que los que me iban a dar trabajo no habían nacido todavía. Es que es muy fuerte… Y era necesario.
SHANGAY ⇒ Y ahora les tienes de jefes este mes en La llamada…
YOLANDA RAMOS ⇒ Esto sí que es una fantasía. Mira que he hecho teatro, pero esa cosa de que esté siempre lleno a rebosar… ¡Me siento como la Pantoja! Es chulísimo. Y luego que Los Javis tienen una manera de trabajar… Se encargan de que tus compañeros sean buenos contigo, y no porque les obliguen, es que en su ambiente no cabe gente borde. Te ayudan tanto; yo creo que eso lo miran mucho, hay como un escrutinio natural de que si no estás en la onda no puedes estar aquí… Hay mucho compañerismo y mucha libertad.
SHANGAY ⇒ ¿Qué vuelta de tuerca le das a tu personaje de la Hermana Bernarda?
YOLANDA RAMOS ⇒ Bernarda viene de misiones. Hace pulseritas con macramé, le encanta andar… Me gusta que no tiene nada que ver con Noemí, es todo lo contrario. Le he metido acento catalán, es una tía que de tanta ilusión que tiene por todo le pegarías una hostia. Esa rabia que a veces da esa gente que no para de hacer y proponer cosas, y al final dices “ay, cállate un mes”. Pero detrás hay una ternura que me encantaría que se viera.
SHANGAY ⇒ ¿Se le puede poner humor a todo lo que nos rodea, como la actualidad socio-política española?
YOLANDA RAMOS ⇒ Mira, si el chiste es demasiado negro, no hace gracia y él mismo se tira a la basura. Es como si dices que en la cocina no hay límites y sirves un cagarro, pues no me lo como. Yo respeto todo y a todos, menos a los de derechas. Menos a los de ultraderecha, perdón. No puedo decir más porque es así. Y eso que cuando me pongo a hablar con uno de ellos, al cabo de cinco minutos acabo empatizando con quien no debo. Y muchos son maricones incluso, pero como no se admiten a ellos mismos, tengo la certeza… Ahora me partirán la cara, pero ya vendré a que me defendáis. Ah bueno, y también tengo un bar, se llama La esperanza [risas].
FOTO Miguelangelfernandezphoto.com
Maquillaje Víctor Sánchez /categoryisnori
YOLANDA RAMOS ACTÚA EN LA LLAMADA LOS MIéRCOLES Y JUEVES DE NOVIEMBRE (SALVO EL DÍA 13) EN EL TEATRO LARA (CORREDERA BAJA DE SAN PABLO, 15) DE MADRID