Hacía tiempo que Disney no vivía un fenómeno mundial con uno de sus títulos. Si dejamos a un lado Pixar, deberíamos remontarnos a lo que llaman el ‘renacimiento’ de la compañía –época comprendida entre los años 1989 y 1999– para recordar un éxito como el que supuso Frozen. El reino de hielo en 2013. La cinta que narraba las aventuras de Anna y Elsa, princesas de Arendelle, se hizo con numerosos premios en todo el mundo, entre los que encontramos un Globo de Oro y un Oscar a mejor película, y otro premio de la Academia de Hollywood por su canción Let It Go. Un tema que se ha convertido en uno de los himnos de Disney, que ya forma parte de la banda sonora de toda una generación.
Si hablamos de recaudación, Frozen sumó más de 1.200 millones de dólares a nivel mundial, por lo que se convirtió en la película de animación más taquillera de la historia (un triunfo que le arrebató hace unos meses la nueva versión de El Rey León). Ante estas cifras de vértigo, no era de extrañar que la factoría pusiese en marcha una secuela, y hace tres años se anunció este proyecto que llegará a los cines el 22 de noviembre. En Frozen 2 el público asistirá a un nuevo capítulo, aparentemente más maduro y oscuro, de este cuento nórdico. Elsa, Anna, su novio Kristoff, el leal reno Sven o el divertidísimo muñeco de nieve Olaf vuelven a unirse para salvar el reino de una amenaza que pondrá en peligro los poderes de Elsa. Las miradas están puestas en este nuevo título, y la pregunta que todos se hacen es… ¿Logrará superar a la original?
Frozen 2 se proyecta en cines