¿Tener razón o ser feliz?

El hecho de querer tener razón a cualquier precio nos aleja de lo que realmente buscamos, que es ser felices. Descubre cómo solucionar este dilema en tu día a día.

¿Tener razón o ser feliz?
5 diciembre, 2019
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¿Tener razón o ser feliz? Es una pregunta que cambia momentos, relaciones y, sobre todo, que te lleva a dos experiencias muy diferentes. Porque muchas veces, el hecho de querer tener razón a cualquier precio nos aleja de lo que realmente buscamos, que es sentirnos bien.

Cuando entramos en la lucha de querer tener la razón frente a otros, ya sea en el trabajo, con la pareja, con amigos o simplemente en una tienda al comprar unos pantalones, perdemos la objetividad. Cuando uno pierde la objetividad, comienza –en ocasiones– una batalla sin sentido donde solo se quiere ganar. Incluso se puede llegar a olvidar el motivo por el que comenzó todo ese enfrentamiento, que te aleja a pasos agigantados de tu paz interior, que es tu verdadera felicidad, y lo que realmente buscas.

¿Tener razón o ser feliz?

Hay algo importante que has de tener en cuenta. Cuando tratamos de tener razón, estamos intentando hacer creer al otro, por el motivo que sea, que mi idea de cómo veo las cosas es mejor que la suya. Aquí nos adentramos en el gran tema de las ideas.

Cuando sostengo una idea en mi mente, la repito y la repito, se convierte en una creencia, que quiere decir que es una verdad absoluta para mí. Como dice un amigo mío: “Repítete una mentira mil veces y se convertirá para ti en una verdad”. Cuando creo algo como una verdad, lo defiendo sin miramientos, creyendo que conseguiré algo. La cuestión es que cada uno tiene un sistema de creencias, que es un conjunto de ideas, y para cada uno/a/e sus ideas son su verdad, son las que valen.

¿Tener razón o ser feliz?

Entonces, cuando dos personas tratan de defender su verdad/su creencia/su idea, buscando paz.. ¿quién ganará? ¿Quien defienda su idea o quien vaya a sentir paz aunque deje de defender su idea? Esta es una decisión muy personal, aunque está infravalorado el hecho de no llevar la razón y elegir la paz. En estos casos, hay que tener en cuenta un factor fundamental que siempre ayuda a dar por finalizada la batalla: la comunicación. Con una buena comunicación y la revisión y establecimiento de nuevos acuerdos, todo se soluciona de manera más fácil.

Por eso, antes de pelear por tu idea a capa y espada, debes tener en cuenta estas tres cosas:
1. Valora si merece la pena defender una idea.
2. Valora si te has comunicado lo suficiente para llegar a un entendimiento sin batallar, para así poder crear nuevos acuerdos.
3. Valora si realmente es mejor tener razón o elegir la paz.

Llegados a este punto, que cada uno elija lo que sea mejor para su bienestar personal. Recuerda que no hay nada bueno o malo, son experiencias disponibles a seleccionar según el momento. A veces eliges tener razón simplemente para marcar tu territorio, pero si eliges tener paz en tu interior, ya habrás ganado la batalla, porque tendrás lo que realmente buscas.

Nada es tan importante como tú, tenlo presente siempre. Elige lo que mayor paz te ofrezca, y no solo a corto plazo, también a largo plazo. A veces es tan fácil como dejar ir una simple idea y generar un nuevo acuerdo. Y luego, a celebrarlo, que de una buena comunicación nacen experiencias sorprendentes.

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