Los gofres con forma de polla que están revolucionando Chueca
Pedir una polla y degustarla nunca fue tan fácil. Sí, no es ninguna broma, se llaman pollofres (neologismo resultante de juntar polla y gofre), los tienes de diferentes sabores y puedes encontrarlos en La Pollería, un local que acaba de abrir en la madrileña calle Barbieri.
Un tinerfeño de 34 años, Pedro Buerbaum, ha sido el artífice de tan curioso experimento. La Pollería (Barbieri, 23) es un local donde venden gofres con forma de pene. Pedro estaba seguro que vender este producto en el barrio gay por excelencia supondría un éxito, pero no un pelotazo como el que está siendo.
Muchos medios de comunicación se han hecho eco de esta apertura debido a la campaña de publicidad que han hecho sus clientes en redes sociales. Todo el mundo quiere probarlos, sacarse una foto y subirla a sus redes sociales. Bien es cierto que un bollo con forma fálica da mucho juego, pero aun así su creador no sabía que la gracia iba a dar para tanto.
“Se ha viralizado de una forma tremenda porque los clientes comparten fotos y vídeos en sus redes. Tenemos un montón de seguidores [ahora mismo más de 6.000 en Instagram], y hemos creado perfiles también en Tinder y Grindr”, nos cuenta Pedro.
El local es muy pequeño, y los clientes se comen el pollofre en la calle, lo cual suele provocar las risas de los viandantes (y es una buena manera de publicitarse). Su creador cuenta que cuando “aterrice” de este éxito le gustaría prepararlos también con ingredientes alternativos.
Los pollofres cuestan 3,80 euros, más 0,50 por bañarlos en alguna crema. Actualmente tienen sabores de sirope de chocolate negro, Nutella, chocolate de fresa, un dulce avainillado de color azul, crema de Kinder Bueno y chocolate blanco. Nos cuentan que próximamente quieren empezar a rellenarlos por la parte de abajo, algo que también podría dar bastante juego.
Asimismo, en el local comercializan unos botecitos contra el dolor anal, la eyaculación precoz y el apetito sexual. El horario de La Pollería es de 16 a 00h entre semana, y hasta las 02h los fines de semana. ¿Quién diría que no a comerse un buen pollofre?