Quedan unas pocas horas para acabar el año y, por consiguiente, cambiar de década. Si echamos la vista atrás podremos observar que en comparación a hace diez años hemos avanzado mucho en cuanto a nuestros derechos se refiere. La integración del colectivo LGTB en la sociedad ha sido progresiva, y un ejemplo claro es la cantidad de personajes que aparecen cada vez más en la pequeña y gran pantalla. Gracias a estos espacios, nuestra comunidad se ha visibilizado más que nunca.
En los años 90 y recién entrado el 2000, apenas aparecían personajes LGTB en la televisión, y si lo hacían estaban bastante estereotipados. Por poner un ejemplo, en series tan famosas como Sexo en Nueva York, el personaje gay que aparecía cumplía todos los requisitos del estereotipo: afeminado, aficionado a la moda, mejor amigo de la protagonista… y sin peso en la serie.
Pero si hay algo que verdaderamente abrumaba era la omisión del colectivo LGTB en la gran mayoría de las ficciones nacionales e internacionales. Se nos vienen a la cabeza decenas de títulos (y la gran mayoría, éxitos televisivos) en donde no aparece un personaje que no sea heterosexual. Pero el fin de este artículo no es el de hablar de las cosas negativas sino de las positivas. Como explicábamos al principio, la televisión ha avanzado mucho. Se han roto los estigmas, las censuras, los personajes LGTB tienen peso en las tramas y muchas veces son los protagonistas (véase el caso de Pose).
En el siguiente vídeo aparece un repaso a las series más LGTB del último año en el mundo. En él no aparecen series españolas, un aspecto que destriparemos en otra ocasión, pero sí una gran cantidad de actores que han interpretado personajes homosexuales.
Si algo ha cambiado en la televisión de la última década, es la aparición de personajes LGTB integrados en las tramas: pic.twitter.com/uh9Q47Clie
— 🏳️🌈Rubén López🏳️🌈 (@rubenlodi) December 30, 2019