Tengo muchas ganas de ir a Alemania… Pero esta vez no voy a ir a las populares Berlín, Colonia o Múnich, sino a una ciudad tan internacional como encantadora. Y es que Frankfurt, que cuenta con apenas 700.000 habitantes, ha sido uno de los principales centros urbanos de Alemania desde la Edad Media, y ahora se ha convertido en una gran metrópolis por su centro financiero, y también es uno de los nudos de comunicación y transporte más importantes del continente, lo que le aporta un contraste muy interesante. Un lugar en constante evolución, de esos que se forjan a sí mismos con el paso de los siglos, con un amplio abanico de actividades, espacios históricos y culturales, y una escena gay nocturna en auge…
Empezaré mi visita por la Ciudad Vieja y su edifico más emblemático, el Römer, una construcción medieval de tres estructuras que ha funcionado como ayuntamiento durante más de 600 años, y es uno de los monumentos arquitectónicos más simbólicos de Frankfurt. Se encuentra en la plaza Römerberg, lugar de encuentro popular en el siglo XII para comerciantes, e inicio de un paseo mágico por toda la ciudad. Tampoco me perderé, como buen enamorado de la cultura y la naturaleza, un concierto en la Alte Oper, y una visita al Jardín de Palmeras de Frankfurt, un botánico que alberga plantas de todos los rincones del mundo. Y por supuesto, haré una parada obligatoria en la casa natal del precursor del Romanticismo Johann Wolfgang von Goethe, cuyas 14 habitaciones hoy funcionan como un museo donde se exhiben cuadros, grabados y bustos que formaban parte de la colección personal del escritor tras reconstruirse, una vez terminada la II Guerra Mundial.
Espero que el día no me deje sin fuerzas, porque también quiero vivir muy intensamente la amplia oferta LGTB de la ciudad, concentrada alrededor del denominado ‘Bermudadreieck’ –triángulo de las Bermudas–, formado por Konstablerwache, Bleichstrasse y la torre de Eschenheimer. A lo largo y ancho de la calle Alte Gasse, que atraviesa el centro de Frankfurt –Innenstadt–, a pocos metros de la estación de Konstablerwache y de la popular calle comercial Zeil, se encuentran la mayoría de los bares y clubes gays, que están a poca distancia unos de otros. Y también visitaré el Ángel de Frankfurt, primer monumento conmemorativo de las víctimas homosexuales del holocausto nazi en Alemania. Frankfurt es un paraíso gayfriendly donde es casi imposible aburrirse…
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Mis 10 imprescindibles en mi viaje a Frankfurt
- Desde España, Lufthansa ofrece vuelos i/v a Frankfurt desde tan solo 90€.
2. En el skyline de Frankfurt destaca por encima de las demás construcciones el Maintower, el único edificio que tiene un observatorio de acceso público, con una terraza panorámica increíble.
3. Con el servicio opcional de BoB (Baggage on Board), los clientes de Lufthansa pueden solicitar la recogida del equipaje en sus casas. Se acaba de estrenar en Madrid y Barcelona.
4. Una vez en el Römerberg, resulta imprescindible visitar el Ostzeile, a un lado de la plaza, donde se aprecian las casas alemanas tradicionales del siglo XV, con sus típicos marcos de madera
5. En rutas a Frankfurt, Lufthansa cuenta con servicio de comida y bebida gratuito en todas las clases, con independencia de la tarifa abonada.
6. La flota de Lufthansa es una de las más jóvenes del mundo, con aviones cada vez más eficientes y sostenibles.
7. En 1944, los bombardeos estuvieron a punto de hacer desaparecer el Alte Oper. Hoy sigue funcionando como sala de conciertos.
8. Los que quieran ir de compras no pueden dejar de acudir al espectacular MyZeil, un moderno centro comercial donde se encuentra la escalera mecánica más larga de Europa.
9. Cada mes de julio se celebra en Frankfurt el Christopher Street Day (CSD), nombre con el que se conoce la semana de su multitudinario Orgullo gay.
10. Tanto para una reunión de negocios como para irnos de vacaciones, Lufthansa siempre garantiza un viaje cómodo y seguro.