De perseguidor LGTBI en el Congreso a presumir de cuerpazo en fiestas gays con Eliad Cohen

Temas: Eliad Cohen, Homofobia, LGTBIfriendly, Política

El excongresista republicano por Illinois (EE UU) Aaron Schock es famoso por haber demonizado al colectivo LGTBI, haberse opuesto a legislar sobre los delitos de odio y haber votado en contra de la abolición de la doctrina Don’t Ask, Don’t Tell del ejército –aquella que prohibía que cualquier miembro del Ejército de los Estados Unidos pudiera declararse abiertamente homosexual–.

En su país también se le recuerda porque dejó pelado el Congreso: se le atribuyen unos supuestos cargos de malversación de fondos y evasión de impuestos por gastar fondos de la campaña en asuntos personales.

En otro orden de cosas, también se le conoce por sus frecuentes posados sin camiseta en eventos diversos. Qué pena que este detalle más amable no compense lo funesto de sus acciones negativas.

Pues bien, este polémico sujeto ha vuelto a ser visto en una fiesta gay; en esta ocasión la celebración estaba organizada por el actor, empresario y exsuperviviente israelí Eliad Cohen. En las fotos se le puede ver en bañador luciendo músculo… e incoherencia.

Con 31 años, y fuera del armario desde los 20, Cohen es conocido sobre todo por su faceta como promotor de fiestas gays como PAPA Party y por haber fundado Gay-ville, el servicio de alquiler de vacaciones LGTBI de Israel. Viendo el currículum del anfitrión, es cuando menos llamativo que Schock parezca estar disfrutando tanto de una fiesta así de LGTBIfriendly. Según la ideología que sostuvo en sus años como congresista, debería estar horrorizado, es más, no debería siquiera acercarse a un lugar así.

Desde 2009, Schock ha negado que sea gay por activa y por pasiva, aunque desde que dejó el Congreso en 2015, numerosos vídeos y fotografías (incluidos desnudos) le han mostrado junto a strippers masculinos, posando sin camisa con instagrammers gays, metiendo la mano en el pantalón de un hombre en Coachella o apareciendo en fiestas del circuito gay y otros lugares. Nos gustan los heteros LGTBIfriendly, los heteroflexibles y los heterocuriosos –si alguno de estos supuestos fuera su caso, ya que no se significa como gay–, pero no nos gustan nada los que antes han perseguido tan duramente a nuestra comunidad.