Marta Gutiérrez, madrileña de 37 años, escritora y organizadora de eventos visuales y acrobáticos con su empresa Acroevents, presenta en Shangay su primera novela: Suicidas erráticas.
La historia se centra en las vidas de Sara e Inés, dos chicas que descubren unos sentimientos que jamás habían pensado tener la una por la otra. Totalmente diferentes, unidas por un mismo amor que parece ser imposible. Una trama que plasma la esencia de la España de los años 90, donde la homosexualidad todavía no estaba tan aceptada como hoy en día. Las vidas de estas dos jóvenes se verán envueltas en encuentros secretos donde poder explorar su sexualidad, hasta alcanzar un clímax sorprendente y puro que demuestra la crudeza de la realidad. Porque no todos los finales tienen por qué ser como uno quiere….
Esta novela ha sido el resultado de casi cinco años de trabajo, y el sueño de toda una vida. “Siempre he escrito. Desde pequeña con 8 años, he escrito poemas, algún relato corto… Pero como disciplina, hasta 2012 no fue cuando empecé a escribir con seriedad”. El germen de Suicidas erráticas residía en un guion cinematográfico creado por ella misma, pero debido a su extensión la autora decidió adaptarlo a un formato de novela. “Sé que es una historia que no es para todo el mundo. Si no eres una lectora con un perfil LGTB y una cierta edad, es una historia que no se entiende o no apetece”.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo llegaron a tu mente Sara e Inés?
MARTA GUTIÉRREZ ⇒ Sara e Inés nacen un poco de experiencias que yo he vivido, está inspirado en mi primer amor. Es una ficción, pero bebe mucho de mi propia experiencia cuando he sido adolescente. Esa era mi realidad. En cuanto a lo de su rebeldía, creo que cuando eres adolescente e intentas crear tu propia personalidad, tiendes a caer en el cliché tú mismo. Como para entrar en un grupo. Los adolescentes tienden a tirar hacia un extremo para poder encontrar su identidad, y ellas son así.
SHANGAY ⇒ La historia está ubicada en un barrio madrileño en los años 90, pero tal como la has construido destaca mucho la intemporalidad narrativa. ¿Está escrita con esa intención?
MARTA GUTIÉRREZ ⇒ Sí, la verdad que he intentado difuminarlo un poco. No marcar tan radicalmente el hecho de la época para que una chica (o un chico) de 17 o 18 años lo lea y se sienta más o menos identificado. Seguramente habrá expresiones que hoy no se utilicen, o menos presencia de los móviles, Instagram… He intentado difuminarlo para que se pueda entender por cualquier generación.
SHANGAY ⇒ La relación sentimental entre Inés y Sara va cogiendo un ritmo lento pero paulatino. ¿Por qué has querido desglosar su relación punto a punto, a la ‘vieja escuela’?
MARTA GUTIÉRREZ ⇒ Es una buena pregunta. A día de hoy está mucho más normalizado que una persona sea LGTB. El hecho de ver un chico más afeminado o una chica jugando al fútbol ya no sorprende tanto. Igual que ser una chica lesbiana. A finales de los 90, ocurrían muchísimas más agresiones que ahora (pero a las de ahora se les da mucha visibilidad y eso está muy bien). Antes, ir de la mano con tu pareja por la calle (fuese una pareja de chicas o de chicos) era un acto total de valentía. Y el hecho de decir que eres gay o lesbiana en tu círculo habitual, en un barrio cualquiera de Madrid, suponía el quedarte sin amigos, que fueses la ‘bollera del barrio’ o el ‘maricón del barrio’ y estar totalmente condenado al ostracismo. Por eso, esta relación se desarrolla de una manera tan cauta. Estas chicas (una más que otra) están acojonadas. Son chicas guapas, y eso les lleva a estar forzadas a tener un novio, o muchos rollos, porque socialmente están obligadas a tener una pareja heterosexual. Si no, se las miraría raro.
SHANGAY ⇒ Hay muchas influencias del naturalismo en tu novela: crítica social, malas condiciones de vida y vicios, el erotismo lésbico…
MARTA GUTIÉRREZ ⇒ Tal vez es tan realista porque estaba pensada como un guion. Los diálogos en una película cuanto más crudos y más reales, más permite al espectador meterse en su papel. Es tan descriptivo por esa razón.
SHANGAY ⇒ Bajo la historia hay un mensaje que denuncia el machismo impuesto en la sociedad. ¿Existe ese machismo a día de hoy dentro del colectivo LGTB?
MARTA GUTIÉRREZ ⇒ ¡Uf, qué pregunta más complicada! Yo creo que todos somos víctimas de la sociedad, al fin y al cabo. Nuestra cultura, a pesar de haber avanzado, sigue teniendo muchos tintes machistas. Si tu entorno es más progresista, te percatas menos. Pero todos, en mayor o menor medida, tenemos algunas ideas preconcebidas, clichés, prejuicios que si los examinásemos a cámara lenta, diríamos “¿de verdad he dicho esto?”. Dentro de la situación mundial, en España la cosa no va tan mal. Todavía tenemos muebles viejos que quitar, claro que sí. No es cuestión de ser feminista, sino de quitar todo prejuicio de género como un esfuerzo consciente por parte de todos y de todas. Es necesario hasta que todos acabemos viéndonos como personas.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué esa relación tan mala entre las protagonistas y sus padres?
MARTA GUTIÉRREZ ⇒ Porque en muchas ocasiones es cierto. Cuando un padre y una madre están centrados en su día a día, en sacar a la familia adelante, viven situaciones de estrés que pueden llegar a condenar a su hijo adolescente. Pero una cosa es castigar y otra cosa es educar. A día de hoy, hay mucha más educación en escuchar por parte de los padres, pero en este caso no. Estos son los padres que les ha tocado tener a estas protagonistas porque existen casos así. No las escuchan, no se abren a ellas. Y el hecho de que vivan así es como estar en la cárcel, que no va a mejorar tu conducta, probablemente la empeore.
SHANGAY ⇒ Sin hacer spoiler, ¿por qué a Sara le das la oportunidad de crecer como mujer lesbiana fuera del armario pero a Inés no?
MARTA GUTIÉRREZ ⇒ Inés rechaza la idea. Rechaza a una persona que le ha perdonado cosas muy serias. En el momento en que salen ciertos sentimientos a la luz, Inés no lo acepta. Y esto luego lleva a una especie de “venganza cárnica brutal”. Se recompensa la valentía de Sara y se condena la cobardía de Inés, por no enfrentarse a sus propios sentimientos. Y esto realmente pasa mucho.
SHANGAY⇒ Has coronado el final de tu novela con un desenlace agridulce, como con una especie de justicia poética… ¿Por qué decidiste dar este final a las chicas?
MARTA GUTIÉRREZ ⇒ En este caso, está muy inspirado en una realidad cercana… He tenido muchos comentarios sobre este final. Pero, por desgracia, se demuestra la realidad de esta manera. Por eso ellas acaban así.
SHANGAY ⇒ En pocas palabras,¿cómo explicarías el título Suicidas erráticas?
MARTA GUTIÉRREZ ⇒ Las dos chicas son suicidas a lo largo de su vida, van dando tumbos en su juventud y adolescencia. Son dos personas que están intentando matarse sin querer. Viven muchas experiencias que las van dejando cada vez peor… Básicamente es por eso.
SHANGAY ⇒ ¿Cuál sería la moraleja de tu historia?
MARTA GUTIÉRREZ ⇒ Ser consecuente con lo que sientes y con lo que realmente eres. Es lo que te dará valor en tu vida.
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Portada realizada por César Saldívar