Maestros de la costura 3 vivió anoche una de sus etapas más duras. No solo porque los aspirantes se jugaban su puesto en la semifinal, que tendrá lugar la próxima semana; también porque estos recibieron la visita de sus familiares.
Este reencuentro fue aún más emotivo para David –también conocido por su nombre artístico, Selena Winters–, quien comenzaba la primera prueba de la noche bastante perdido y alicaído. El joven de Palma de Mallorca no paraba de expresar su frustración entre lágrimas con frases como “soy el que menos evoluciona”, e incluso recordando momentos de su adolescencia cuando tuvo que lidiar con la homofobia que se vive en las aulas. “Me siento como en primero de la ESO, cuando era el maricón de la clase. Siento inseguridad todo el rato, un miedo a las pruebas… Y me da rabia porque quiero disfrutar y no puedo”.
No fue hasta que se acercó la jueza María Escoté a animarle cuando David retomó las riendas de su prenda que, aunque él no lo sabía, era para su padre. Esa era la gran sorpresa de la prueba, las camisas y vestidos que estaban confeccionando eran para los familiares de los concursantes, y en el caso de David su modelo era su propio padre, también llamado David. “Tan importante es para él lo que está viviendo que para mí también lo es. Cada uno elige lo que quiere, y él ha elegido esto”, decía mientras miraba orgulloso a su hijo.
No fue el único familiar del mallorquín que acudía al programa, su hermano y su madre también quisieron animarle. “Para mí David es un pilar muy fuerte en mi vida. Le quiero un montón. Se fue de casa a los 19 años, ha vivido solo, ha encontrado trabajo, está estudiando, está aquí…”, decía su hermano Rubén sin poder contener las lágrimas. “David siempre ha sido una personas que nos enseña por valiente y responsable. Es un luchador nato que se ha enfrentado a la vida”, comentaba su padre.
⭕ «Tan importante es para él lo que está viviendo, que para mí también lo es». ¡Hasta a Palomo se le han escapado las lágrimas! #MaestrosDeLaCostura
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— La 1 (@La1_tve) March 16, 2020
Unas palabras de superación y admiración a las que se sumó también su madre, quien confirmaba que su hijo le había enseñado a verle tal y como es. Un reencuentro tan especial que emocionó a los miembros de jurado, en especial a Palomo Spain y a la presentadora del programa Raquel Sánchez Silva.
David continuó el programa con ánimo y superó con creces la prueba final que le salvó de la eliminación, ganándose así un puesto en la semifinal que se celebrará el próximo lunes.