El debate ha estallado en redes sociales tras el lanzamiento de la cuarta temporada de La casa de papel, la serie española que, desde su estreno, consiguió posicionarse como una de las más vistas del país.
Como en cada temporada, la serie desvela nuevas sorpresas y, en esta ocasión, también nuevos personajes. Es el caso de Julia, una rehén que, para sorpresa de todos, resultaba ser parte de la banda. El debate estalla al descubrir que se trata también de una mujer trans, y que, a pesar de ello, está interpretada por la actriz cis Belén Cuesta.
Las redes se han posicionado en dos bandos muy claros. Por un lado, conformando el bando mayoritario, se encuentran las personas que han denunciado la interpretación de Belén como una falta de respeto hacia las actrices trans.
Consideran que la participación de la actriz cis en la serie no hace más que eclipsar un trabajo que, perfectamente, podría haberse realizado por una persona transgénero. Opinan que, el hecho de continuar ofreciendo papeles de este tipo a actrices cis, completamente integradas en la sociedad, no hace más que echar para atrás la lucha de las personas trans por conseguir los mismos derechos de empleo en televisión.
Estas críticas sostienen que «cuando una persona trans pueda interpretar sin ser juzgada el papel de una persona cis, será cuando una persona cis podrá interpretar el papel de una persona trans». Así, su argumento se solidifica en la falta de igualdad entre ambas condiciones de género.
Si van a poner a un personaje trans supuestamente para visibilizar, por lo menos que realmente la actriz sea trans. #lcdp4 #LaCasaDePapel4
— Vera.G (@VeraGarcia30) April 4, 2020
Por otra parte, hay quien apoya y respalda la opinión de Belén Cuesta, quien asegura que «la lucha debe ser que actores y actrices transgénero tengan acceso a papeles de todo tipo». Y argumenta: «Ella es una mujer trans y yo cis, pero al final lo que estoy interpretando es a una mujer, y es a lo que tenemos que ir, a quitar etiquetas en lugar de seguir poniendo».
Sin duda, es una debate delicado en el cual el colectivo LGTB está fuertemente posicionado. Hay incluso quienes se preguntan por qué la actriz sevillana decidió aceptar el papel de Julia tras haber trabajado como protagonista en Paquita Salas, una serie que señala la importancia de que sean las personas trans quienes interpreten este tipo de papeles.
Lo que está claro es que Cuesta aceptó el papel desde el respeto y con buenas intenciones, aferrada a la idea de que cualquier tipo de representación es un paso positivo hacia adelante.