La organización británica LGTB Albert Kennedy Trust ha aconsejado a los jóvenes que eviten salir del armario durante estos días de cuarentena debido al peligro que podría conllevar con sus familiares.
Los días de aislamiento resultan cada vez más pesados y buena parte de la población se encuentra bajo los efectos del miedo y el estrés. En Albert Kennedy Trust consideran que aquellos jóvenes que continúan viviendo bajo la tutela o el techo de sus padres deben pensarlo bien antes de hablar de su sexualidad abiertamente.
La razón principal por la cual se ha difundido este consejo es el considerable aumento de llamadas de auxilio que la organización ha recibido durante estos primeros días de confinamiento. Al parecer, eran muchas las personas que se pusieron en contacto con ellos para denunciar un trato violento por parte de sus familiares tras confesarles su verdadera sexualidad. Jóvenes que se encuentran atrapados junto a unos padres incomprensivos que no han sabido reaccionar de una manera positiva ante esta revelación.
La cuarentena nos obliga a permanecer en casa sin oportunidad de salir a la calle para dar una vuelta, despejarnos, tranquilizarnos o, en caso de ser necesario, acudir a la vivienda de algún amigo o apoyo. Además, el estrés adicional producido por la difícil situación sanitaria no ayuda.
«Hemos tenido personas que llaman porque están preocupadas por el efecto que el coronavirus tendría en los problemas de salud existentes, personas que llaman por estar atrapadas con familias o parejas que les son hostiles o simplemente asustados por lo que les depara el futuro», dijo la funcionaria Kayla Le Roux.
También se advierte del peligro que conllevaría quedarse sin hogar en época de pandemia. Muchos jóvenes son expulsados de sus hogares al no ser aceptados en su núcleo familiar y se ven obligados a acudir a albergues o refugios LGTB. Sin embargo, con la amenaza del COVID-19 sobre el planeta, el acceso a dichos refugios y espacios seguros está siendo denegado en caso de experimentar síntomas de la enfermedad. En consecuencia, muchas personas podrían quedarse en la calle, expuestos y sin protección.
«Tuvimos un joven que se alojaba en un hostal, pero luego comenzó a mostrar síntomas y el hostal le pidió que se fuera. No tenía dónde quedarse y no tenía familia, ya que le había rechazado. No tenía trabajo, no tenía más opciones que la calle», añaden desde la organización.
Según una investigación realizada por Albert Kennedy Trust, a una cuarta parte de los adultos del Reino Unido les daría vergüenza tener un hijo LGTB. A uno de cada diez no le gustaría ver a su hijo emparejado con una persona del mismo sexo, y uno de cada cinco tendrían problemas a la hora de confesar esta situación al resto de familiares por miedo a cómo pudiesen reaccionar.
La situación nunca ha sido –y sigue sin ser– fácil para los miembros del colectivo LGTB, por eso, desde Albert Kennedy Trust animan a los jóvenes a ser valientes y aguantar durante un tiempo más en la mentira.
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