Capítulo 2
Mientras me hablabas me he empezado a tocar. Las fotos me la han puesto dura, la forma de contestarme, lo que me estabas proponiendo hacer, y que no podía aguantar más. Y me he corrido. Y justo después de es momento, es como si la persona que estaba hablando contigo hubiera desaparecido y hubiera vuelto yo. Como otra ‘verdad’. ¿Ahora me voy a duchar, voy a vestirme y voy a salir hasta allí? Buf.
Recuerdo aquella película, Algo pasa con Mary, en la que el amigo de Ben Stiller le dice que no puede tener una cita importante con la chica que le gusta sin haberse corrido antes, que era imprescindible que se hiciera una paja antes de verla. Él lo hacía, se corría, y al llegar la chica usa el semen que se le había quedado en la oreja como si fuera gel fijador para el pelo. Me pregunto si este protagonista hubiera tenido ganas de quedar, después de meneársela, si ella no hubiera llegado justo después, o si ella no hubiera sido Cameron Diaz. Será diferente, porque aquello era una cita, y de lo que hablábamos nosotros era de sexo. Solo una follada entre dos tíos, y sin que se entere mi novia.
Y entonces… si termino yo en mi casa sin necesidad de ir a la tuya… ¿para qué me sigo conectando y no me pongo a ver porno directamente? ¿Por qué esto me da más morbo que cualquier otra cosa?
Podría ir ahora a tu casa, de todas maneras en un rato voy a volver a tener ganas. Si te follo el culo tal y como lo has descrito no solo me voy a correr, sino que me voy a saciar por lo menos hasta dentro de un par de días. Pero, ¿y si tú también te estabas tocando? A lo mejor nos hemos corrido a la vez y por eso ahora mismo tampoco estás insistiendo. En el rato que he ido a por papel al baño no me has vuelto a escribir. ¿Seremos eso? ¿Pañuelos el uno para el otro? Llenos de la corrida que nos queremos quitar de encima y que, como mucho, si te has portado como un campeón puede que vuelva otro día, si me dejas y si me atrevo. Me pregunto si el secreto de las citas es ese, quedar para follar y, aun habiendo descargado justo antes, seguir queriendo ir.
Me pregunto si esto solo me pasa a mí, y el que tiene un problema soy yo.
Me pregunto por qué ahora ya no me apetece ir a follarte, pero se me está volviendo a poner morcillona y cojo el móvil por si acaso me mandas algo más.
‘RELATOS GAIS (DES)CONECTADOS’
BREVES RELATOS homoeróticos de ficción ESCRITOS POR el periodista pablo paiz
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