Dani Pannullo, el creador y director de escena que más ha hecho por integrar la cultura urbana en teatros y certámenes que no siempre le dan visibilidad estrena Atlas Map of Moves dentro del festival Veranos de la Villa. Una nueva oportunidad de comprobar cómo combina pasado, presente y futuro en sus espectáculos.
Hablar de la Dani Pannullo DanceTheatre Co. es hablar de una concepción de la danza muy personal, la de su creador, el argentino afincado en España que le da nombre. Para él es un lujo y un privilegio que su último espectáculo forme parte de Madrid en danza. Pannullo, que crea desde la calle, agradece que Atlas –que ha tenido en la cabeza diez años– llegue al Centro Cultural Conde Duque, tras haberlo estrenado en diciembre en los Teatros del Canal, donde ya había presentado espectáculos como Avalanche. Su apuesta por la danza urbana contemporánea no ceja, ni su actitud rimbaudiana tampoco: “Hay que ser absolutamente moderno”, afirma. “Siempre procuro introducir nuevas formas de arte urbano en todo lo que hago, para dar salida a mi lado lumpen, pasoliniano”.
Si en la mitología griega Atlas es un joven titán castigado a cargar el mundo sobre sus hombros, en Atlas Map of Moves Pannullo recurre a un puñado de fornidos bailarines y atletas para que lleven el peso del espectáculo más bien en sus piernas. “Esta vez he querido introducir en la danza elementos del work out free-style o el parkour. Porque más que coreógrafo, yo me siento ‘corpógrafo”, explica.
Su Atlas es un ejemplo más de cómo apuesta por la globalización en sus propuestas. “Lo hago con un drama onírico bailado, en el que además de los atletas y los bailarines juegan un papel esencial las fotografías de todo un esteta, José Ortiz Echagüe (1886-1980)”. El contraste no puede resultar más potente. “Porque además utilizo lenguajes que puedes encontrar lo mismo en Francia que en Arabia Saudí, aunque en cada país se transmitan con ellos historias diferentes”.
“Trabajo con seres jóvenes y bellísimos. Ni ellos son conscientes de lo que al público les pueden sugerir”
Pannullo habla en su Atlas de “la memoria, el poder, los viajes, la aventura, la rebeldía, el erotismo y la muerte”. De fondo, imágenes realizadas por un fotógrafo en el siglo pasado, y en primera línea, jóvenes protagonistas que representan el momento en que vivimos. “He procurado crear un diálogo entre ambos universos. Quiero mostrar al público cómo se mueve la gente de hoy, ellos son el vehículo perfecto para mi personal cartografía de la danza”.
Ha querido contar exclusivamente con intérpretes masculinos por varios motivos. “Por un lado, porque en el universo tradicionalmente masculino se combinan camaradería y competitividad, y del encuentro entre los bailarines y los atletas en este espectáculo surgen una serie de metáforas y símbolos, un gran furor poético”. Si en sus últimos espectáculos no ha trabajado con mujeres es porque asegura que no ha encontrado a las adecuadas para lo que sus creaciones requieren. “Últimamente trabajo con bailarines con una fisicalidad muy fuerte, extrema casi. Pero por supuesto que volveré a trabajar con mujeres, no descarto hacer un espectáculo solo con chicas”.
Pannullo comparte un discurso muy personal que vehiculan sus jóvenes pupilos. “En las pequeñas historias que cuento se ve lo mucho que me inspiran Genet, Pasolini o Juan Goytisolo. Me gusta jugar con lo que me influye, no dar una única visión del mundo. Y estos chicos son muy abiertos, perfectos para llenar la escena de poesía con sus cuerpos”. Como sucede a menudo en sus propuestas, el erotismo surge de una manera casi inesperada, en absoluto está forzada. “Parece casi inevitable que ocurra, porque trabajo con seres jóvenes y bellísimos. Creo que ni ellos son conscientes de lo que al público les pueden sugerir. Pero no hay una carga sexual como tal, prefiero crear una fantasía que cada cual interprete como quiera”.
Es otra de las constantes en la trayectoria de la Dani Pannullo DanceTheatre Co., que su creador y responsable no quiere nunca dar nada masticado, la sugerencia es una de sus armas de seducción al espectador, precisamente. “En la danza del siglo pasado los coreógrafos, en general, marcaban mucho todos los movimientos, recurrían a estilos muy definidos”, explica. “Hoy día, hay niños que se forman como grandes bailarines viendo vídeos en YouTube, es increíble. Creo que la gente joven de hoy día conoce muchos lenguajes, pero los aprende de forma desordenada… Yo vengo a ordenar sus movimientos”.
FOTO COMPAÑÍA: JOAN CRISOL
COLLAGES: FOTOS RAFA GALLAR / DISEÑO JARO
EL ESPECTÁCULO ATLAS MAP OF MOVES SE REPRESENTA LOS DÍAS 26 Y 27 DE AGOSTO EN EL CENTRO CULTURAL CONDE DUQUE DE MADRID, DENTRO DE VERANOS DE LA VILLA 2020