La riqueza histórica y cultural de nuestro país ha generado miles de relatos que aún permanecen vivos. Pero hay uno de ellos que, por la importancia de su protagonista, resulta el más alucinante y adictivo de todos.
Nos referimos a la leyenda de El Cid Campeador, héroe por excelencia de la historia española, cuyas aventuras y cuitas conocemos gracias a esa joya literaria que es El Cantar de Mío Cid. Una historia que al convertirse en serie de la mano de Amazon Prime Video, desvela nuevos detalles, amores, traiciones y enfrentamientos que conforman la figura de este magnífico personaje.
El encargado de meterse en la piel de El Cid es el actor Jaime Lorente, quien afirma sentir cierta presión. “Mentiría si dijera que no estoy nervioso, pero tengo la suerte de haber visto la serie entera y estoy muy contento con el resultado”.
Aunque el actor murciano ya se encuentra en el reparto de otras series de gran éxito internacional, esta es la primera vez que es el absoluto protagonista del proyecto. Él se mantiene seguro, ni siquiera la sombra de Charlton Heston, con el que muchas personas identifican al Cid por la película de 1961, le inquieta. “Lo que hemos hecho no tiene nada que ver con la película que se hizo. Incluso utilizando la misma figura de Rodrigo Díaz de Vivar, no hay nada parecido. Es como comparar el día y la noche”.
Lo cierto es que la serie comienza mucho antes de que el joven Ruy Díaz se convirtiera en ese gran héroe que todos tenemos en mente. “La primera temporada nos presenta a un adolescente que llega a una corte nueva donde no conoce a nadie. Tiene un don, que es la espada, y pelea muy bien, pero no deja de ser un chaval dentro de su grupo de amigos. Para mí, lo bonito de la historia es la evolución. El Cid acaba siendo un héroe no por lo bien que pelea, sino por las decisiones que toma”, nos explica. “Yo he intentado hacer un personaje muy cercano para que la gente se pueda sentir identificada con esa persona”.
Un ascenso del mito en el que también aparecen muchos claroscuros. “Hemos tenido mucha irreverencia para contar las bajas pasiones de estos personajes en una época en la que todo era muy negro, donde el silencio decía más que la propia palabra. Nos hemos querido meter también en esos sótanos…”.
Toda leyenda puede verse desde diferentes perspectivas y atender a voces diferentes, y la de El Cid no iba a ser menos. Aquí no todo es blanco o negro, ni verdad, ni mentira. “Tanto el historiador como los guionistas que han escrito la serie han respetado el relato original, sabiendo que este no es del todo fiel a los hechos como acontecieron”, nos cuenta Lorente. “Hay hitos esenciales en la historia de El Cid que están muy bien plasmados en la serie, pero esto es una ficción y hay que hacer todo lo posible para que sea atractiva”.
En un momento sociopolítico en el que la palabra patriotismo puede tener diferentes significado según quien la defienda, el mensaje de esta historia del guerrero que luchó por la reconquista de España puede ser controvertido. “Yo estoy deseando que genere polémica, porque es positivo para plantear una serie de cambios. Mucha gente ve al Cid como un símbolo patriótico, pero no sabe que luchó más veces por los moros que por los cristianos. Si la gente entiende patria como el amor y el cuidado de las personas con las que se comparte espacio, y el defender los derechos que tenemos todos, genial. La gente que solo quiera ver a un tío pegando hostias y gritando ‘arriba España’, que se busque otra serie”.
109 días de grabación, 3400 figurantes, más de 1100 caballos, 750 planos de efectos especiales… Estas son algunas de las cifras con las que se ha trabajado en esta superproducción que algunos ya han comparado con Juego de Tronos. “Hemos hecho cosas que no se han visto jamás en España y que, a nivel de producción, pueden recordar a Juego de Tronos. En la segunda temporada –que acaba de ser confirmada por Amazon Prime Video– habrá momentos que son realmente espectaculares, y lo digo sin ningún tipo de vanidad”.
Un gran cebo para mantenernos a la espera de más y más episodios de El Cid. Mientras tanto, Jaime Lorente deja la espada de batalla para centrarse en otros proyectos como la gira de su monólogo sobre las tablas Matar, cansa. Aunque su mayor deseo, tras una mala época causada por su repentina fama internacional –“tener una exposición tan grande es jodido, y no hay nadie que lo pueda llevar bien de primeras”– es disfrutar de cierta calma. “Ahora mismo, sinceramente, lo que quiero es tomarme un tiempo de descanso. Ver si grabamos más temporadas de El Cid, volver al teatro, ver qué va saliendo… Pero necesito un poco de pausa”.
LA SERIE EL CID PUEDE VERSE EN AMAZON PRIME VIDEO