Crítica. 'Los asquerosos': Secun de la Rosa y Miguel Rollán forman una pareja con duende

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Hay viajes tan poco probables que su realización esconde un misterio que merece la pena ser explorado. Es el caso del libro Los asquerosos, de Santiago Lorenzo, que despertó tal amor en Jordi Galcerán y Jaume Buixó como para arriesgarse a llevarlo a su terreno y compartirlo con el teatro.

El ejercicio dramatúrgico no es fácil, y para superarlo, el director David Serrano, ha adaptado una novedosa fórmula teatro-podcast, que une nuevas tecnologías, tipo audiolibro, con las más clásicas técnicas teatrales.

Cuando ves esta obra tienes por un lado la impresión de estar en un cuentacuentos, a la vez que sus escenografías tradicionales, parecidas a maquetas, te sumergen en el mágico mundo de la imaginación teatral. Las acciones no las ves, las vislumbras en las conversaciones entre la compenetrada pareja de actores protagonistas.

La función cuenta las desdichas de un joven inadaptado en la convulsa sociedad actual y su reencuentro inesperado con la naturaleza humana más básica. Una trama con cierta carga autobiográfica, ya que Lorenzo, autor de la novela, vive en un pueblo vaciado como al que llega su protagonista, Manuel, huyendo de la capital.

El papel está interpretado con una total comprensión del personaje por Secun de la Rosa. Da la impresión de que el texto está escrito para él, son como uña y mierda, que diría el personaje. Casi todos los diálogos se realizan a través de teléfonos invisibles a los que da la réplica su tío, que en pantuflas y batín, desarrolla un adorable Miguel Rellán.

Aunque el juego de recursos es algo repetitivo, hay duende entre la pareja y ese es el pegamento para que esta arriesgada apuesta por la comedia social funcione a las mil maravillas.

⭐⭐⭐⭐