Quizá es por su cercanía al mar, por su intenso pasado de comerciantes o por su capacidad para reinventarse en todos los sentidos. Lo que está claro es que, cualquiera que visite Valencia por primera vez, enseguida notará la hospitalidad en todas sus vertientes por todos los rincones de la ciudad.
Con una larga experiencia en acoger a miles de visitantes en una de las fiestas españolas más conocidas, las Fallas, la capital del Turia se erige como un referente de inclusión para los viajeros de todo el mundo. Es diversa, abierta, acogedora, tolerante y hasta cierto punto atrevida, y por eso Valencia ha conseguido convertirse en finalista para albergar los Gay Games de 2026, uno de los eventos deportivos y culturales más importantes del mundo.
La capital competirá contra Guadalajara (México) y Munich (Alemania) en esta fase final del proceso de candidaturas, que lleva a cabo la Federación de los Gay Games (FGG), que ha hecho hincapié en los valores que distinguen a Valencia: es una ciudad cosmopolita y abierta, volcada en el deporte y en la vida al aire libre.
Lo cierto es que con 300 días de sol al año y una temperatura media de 17°, la vida a la valenciana transcurre en la calle. Se nota en la cantidad de terrazas que inundan las plazas y zonas peatonales en cualquier época del año. O en la intensa programación cultural de una ciudad muy vibrante, que cada año acoge festivales urbanos de toda índole, exposiciones de arte de diferentes épocas o conciertos de los géneros musicales más diversos.
En lo deportivo, Valencia ya es experta en la organización de eventos a gran escala como la competición náutica America’s Cup, varias ediciones de Fórmula 1, las semifinales de la Copa Davis o el Maratón, con toda la población volcada en cada competición. Porque el deporte en Valencia se vive con intensidad. No hace falta más que darse un paseo por el Jardín del Turia para comprobarlo: este trazado de nueve kilómetros de espacios verdes que en su día fueron el cauce del río que atravesaba la ciudad, hoy es un punto de encuentro para corredores, patinadores, atletas o jugadores de rugby y béisbol que aprovechan las instalaciones deportivas de este gran pulmón urbano.
Los Gay Games de Valencia aspiran a ofrecer a sus participantes cerca de 140 instalaciones deportivas, la mayoría de ellas a una distancia que fácilmente se puede recorrer a pie. Y un Gay Village ubicado en todo un emblema de la capital levantina: el impresionante complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Desde allí casi se puede oler el mar, pues a menos de diez minutos se encuentran las playas valencianas para urbanitas, pero sin grandes edificaciones, sino conservando la arquitectura típica del antiguo barrio de pescadores.
Y para los que prefieran un lado más salvaje, el Parque Natural de L’Albufera ofrece a pocos kilómetros, un ecosistema único con playas de dunas que coexisten en el paisaje con campos de arroz y humedales.
Justo allí nació la paella, no por casualidad, sino porque sus habitantes encontraron muy a mano los ingredientes que necesitaban. El arroz es la base de muchos otros platos valencianos, pero vale la pena profundizar en toda su gastronomía. Como en otros campos, muchos chefs valencianos han reinventado recetas de siempre usando producto local que crece en la huerta que rodea Valencia.
No hay que irse sin probar algunas tapas muy marineras que solo se toman allí, como el esgarraet, las albóndigas de bacalao o la titaina. Pero tampoco sin vivir la experiencia de un auténtico esmorzaret, el brunch local, o darse un homenaje en alguno de los cinco restaurantes Michelin de la ciudad.
Cuando cae el sol, Valencia se pone muy interesante. El tardeo reina en sus terrazas y comienza el bullicio en las zonas de moda. Y es que la noche ha sido siempre uno de los puntos fuertes de esta urbe. El barrio de El Carmen sigue aglutinando los locales de ambiente más conocidos, pero últimamente Ruzafa está logrando captar a públicos más alternativos.
Es fácil sentirse como en casa en Valencia. Recientemente ha sido elegida como la mejor ciudad donde residir por expatriados de todo el mundo. Y su carácter integrador seguro que ha influido en esa clasificación. La candidatura para albergar los Gay Games de 2026 cuenta con el apoyo de todas las administraciones, clubes deportivos, asociaciones, sector empresarial y colectivos LGTBI de toda España.
Se prevé que a lo largo de este mes, la FGG anuncie la sede oficial para la XII edición de los Gay Games, pero sea cual sea la decisión, el paso de la ciudad a la final ayuda a consolidarse como uno de los mejores destinos para que la comunidad LGTBI pueda disfrutar de la buena vida.