Si hace unos meses, el Papa se mostraba a favor de las uniones civiles entre personas del mismo sexo, ahora el Vaticano aclara que rechaza este tipo de relaciones. La Iglesia católica no bendice las uniones civiles LGTBI, y así lo ha dejado claro la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF). “Dios no puede bendecir el pecado”, han expresado a través de un documento de dos páginas traducido en siete idiomas.
Este texto está aprobado por el Papa Francisco, quien en octubre jugó al despiste con sus declaraciones acerca de la comunidad LGTBI. La CDF también se muestra tajante con todas las “relaciones, o parejas estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio”.
Esta discriminación no les parece en absoluto injusta, sino que reclama “la verdad del rito litúrgico y de cuanto corresponde profundamente a la esencia de los sacramentales”.
Si bien no acepta las uniones homosexuales, el Vaticano sí está de acuerdo en que se impartan bendiciones de forma individual a personas “con inclinaciones homosexuales” que “manifiesten la voluntad de vivir en fidelidad a los designios revelados por Dios, así como los propuestos por la enseñanza eclesial”. Pero dejan claro que, de ninguna manera, reconocen sus uniones.
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