Celeste González regresa a los escenarios con Ningún hombre me llevará a la cumbre, una obra escrita, dirigida e interpretada por ella misma. Con arreglos musicales de Chemi Ferreiro y diseño de luces de Baltasar Patiño, se representará en el Teatro del Barrio del jueves 25 al domingo 28 de marzo.
La obra trata sobre los conceptos de identidad, tránsito, territorio y violencia, que conforman el eje central de un trabajo que, como el propio proceso de Celeste transitando de género, no tiene un punto y final. Se convierte en un viaje a ninguna parte, en una deriva construida a golpe de subjetividad. Esta idea se reinventa en cada presentación y suscita preguntas de forma insaciable, incansablemente, sin detenerse en ningún resultado.
Celeste quiere dejar claro que nadie tiene derecho a cuestionar qué o quiénes somos y sentencia que el debate sobre lo trans es inadmisible:
«Queridas espectadoras:
No quiero contarles nada.
Ni yo misma sé muy bien qué me lleva a salir a escena, a seguir en esto.
Si lo tuviera claro, no haría lo que hago.
Si desean saber algo más, vengan a verme y… ¿hablamos?
Ahora… les dejo, que voy a depilarme con pinzas los pelos blancos que aún siguen saliéndome en la cara».
Como con su propia identidad en esta obra, Celeste González se cuestiona todo permanentemente en cada espacio de representación. Llega a una conclusión llena de preguntas: nos vamos acercando… ¿Adónde? ¿A quién? ¿A qué?
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