Un post viral recuerda el caso sin resolver del asesino de Grindr

El uso despreocupado de las apps de citas para encuentros sexuales fugaces puede traernos algún susto, una mala experiencia o ponernos en peligro grave. No es la primera vez que informamos de agresiones, robos e incluso asesinatos en este tipo de encuentros.

La cuenta @soymistergay ha recordado, con una tira de ilustraciones, el famoso caso sin resolver de Najuzaith Zahell Díaz, un joven puertorriqueño de 34 años asesinado durante una cita de Grindr en 2018. Najuzaith conoció a su cita por la famosa aplicación, todo parecía ir de lo más normal y accedió a verse con un chico en su piso de Carabanchel. Nadie de su entorno sabía que iba a quedar con un chico, un error que muchos cometen y que, en estos casos, te puede salvar la vida. El 24 de febrero encontraron el cadáver de Naju, como solían llamarle sus amigos.

Najuzaith tenía una pareja abierta. Se había dedicado a la informática, pero sus verdaderas pasiones eran el arte y la música. Después de estudiar una carrera en su país natal, se trasladó a Madrid, donde estudió diseño gráfico en la Universidad Politécnica. Sus amigos le describen como un chaval tranquilo, reservado y que no cometía excesos.

Se desconoce el motivo que pudo llevar al asesino, todavía sin rostro, a cometer semejante crimen. Un amigo de Naju cree que este pudo haber ido al baño mientras el agresor intentaba robar alguna pertenencia que desencadenara una pelea, o podría tratarse de un asesinato a sangre fría, pues el ensañamiento que mostraba el cadáver era inusual.

 

 

 

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El asesino huyó sin dejar rastro, y se llevó el móvil y el arma homicida. Ninguno de los vecinos se enteró de nada de lo que pasó aquel día. Su pareja –junto con su ex pareja, que era el casero de la vivienda– fue el que ,tras varios intentos de contactar con él, alertó a la policía y avisó un cerrajero. El joven puertorriqueño yacía en su casa, desnudo, degollado y con más de veinte puñaladas en su cuerpo. No encontraron ningún signo de robo, aparte de las pruebas que señalaban al agresor.

Los familiares y amigos de Naju, no pudieron ver cómo se hacía justicia, ni al asesino entre rejas. Lo más aterrador es que tres años después, con una pandemia de por medio, la investigación sigue abierta pero sin ninguna prueba concluyente. El entorno de Naju continúa in albis, esperando que la investigación dé un giro inesperado; aseguran que, tras un tiempo llamando a la comisaría insistentemente en busca de alguna nueva, les pidieron que dejaran de llamar. Su familia en España, que estaba formada casi al completo por amigos de su entorno, reclama la visibilización de un asesinato que, aunque en su día fue sonado, ha caído completamente en el olvido.

Hechos similares pudimos ver en el documental Don’t F**k With Cats, que advierte de los peligros de las citas con desconocidos, y que recomendamos ver para concienciarse de que, por improbable que parezca, un encuentro sexual puede convertirse en una pesadilla… o en tu sentencia de muerte.