Todos los errores, la frustración, las pasiones, el amor y las ilusiones de una generación se plasman en Prosperidad, el segundo poemario del escritor murciano Adrián Peñalver. Un trabajo que no nace con la ambición de representar todos estos sentimientos compartidos, sino como un pequeño diario que el poeta escribía a escondidas en el trabajo.
Cada poema es un suspiro del tiempo que Peñalver pasó trabajando en las oficinas de una multinacional en los Países Bajos, rodeado de ordenadores, escritorios, compañeros y conversaciones vacías.
Un mundo extraño en el que se encuentra perdido, donde nadie le entiende, y su único refugio son las páginas de lo que, ahora, es su segundo libro.
Prosperidad es un reencuentro con las emociones que dejamos atrás y un choque con una vida prometida que no es más que una ilusión. Es una revisión de los hombres que le han dejado cicatrices en el alma, de los golpes de una sociedad que no deja de poner barreras a la felicidad; un enfrentamiento entre lo que se espera de nosotros y lo que realmente queremos.
Llegar al punto de inflexión que plantea Peñalver en este libro no es fácil, pero seguro que sus lectores lo sentirán como una palmadita en la espalda, una mano tendida, o simplemente un apoyo que susurra «yo también he estado ahí».
El libro ya forma parte del catálogo de Berkana, la icónica librería LGTBI del madrileño barrio de Chueca, donde hace tan solo unos días Peñalver estuvo firmando ejemplares. Allí y en otras muchas librerías, cualquiera puede encontrar este trabajo que cuenta con una bonita portada, obra del artista talaverano Jamalamaja.
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