Suban a bordo. En plenas celebraciones del Orgullo LGTBIQ+, reivindicamos uno de los looks icónicos que llevan formando parte de la iconografía y la estética asociada a nuestra comunidad desde tiempos inmemoriales. Porque el marinero idealizado y sexualizado nunca pasa de moda.
El modo de representar la masculinidad tradicional ha evolucionado mucho, afortunadamente. Algunas de las imágenes y actitudes que siempre se han asociado a esa figura del macho tradicional permanecen como iconos de la virilidad, pero, gracias a algunos creadores, la perspectiva ha cambiado. La figura del marinero es una de ellas. Un modelo de hombre sensual que lleva siglos acompañándonos, e inspirando a muchos artistas, dispuestos a reinventarla y adaptarla a los nuevos tiempos, según evolucionan.
Querelle, la película de Rainer Werner Fassbinder de 1982, marcó un hito. El genio alemán adaptó, de una manera muy personal, la novela de Jean Genet Querelle de Brest, y el resultado fue impactante. La protagonizaba un marinero (interpretado por Brad Davis) que se convirtió en todo un icono gay hipersexualizado. Y tremendamente ambiguo. Supuso un antes y un después a la hora de percibir a un hombre rebosante de testosterona en una figura que no había por qué relacionar exclusivamente con la heterosexualidad. Ese avance resultó clave a la hora de que la figura, y el look, del marinero se convirtiese en icónica desde otra perspectiva.
“Each one kills the thing he loves”, cantaba la inolvidable Jeanne Moreau mientras Querelle se dejaba llevar por sus impulsos y sus pasiones en la película de Fassbinder. Las imágenes que creó se marcan a fuego en la retina de cualquier espectador, y desde entonces han sido muchos los artistas que se han inspirado en su obra para reinventar esa imagen del marinero que no se frena y apuesta por conquistar a quien le enamora. Una manera de entender la virilidad más fluida y abierta a distintas posibilidades en lo referido a la sexualidad y al género.
Estas imágenes quieren servir de tributo a esa estética, desde un punto de vista en que se idealiza la belleza masculina, algo a lo que no han tenido miedo creadores LGTBI como Fassbinder. En fechas en que celebramos de un modo especial el Orgullo LGTBI, reivindicamos también dicha inspiración como tendencia de moda clave, tal y como ha hecho siempre otro genio, esta vez de la moda, Jean Paul Gaultier. Un creador que supo dar la vuelta a aquello que le hizo sufrir cuando su diferencia le llevó a ser injustamente discriminado. Gaultier, como Fassbinder antes, reivindicó, a través de su apuesta por la figura del hombre marinero, la libertad de todo el mundo para mostrarse, y reivindicarse como quiera: sea como macho, como hombre objeto, como persona ambigua… Una búsqueda de la libertad que no cuesta asociar a la vida del marinero, que va de puerto en puerto, sin ataduras y siempre en busca de nuevas experiencias. Tan seguro de su virilidad, y su visibilidad que no atiende a lo que otras personas puedan pensar de él, o a cómo le quieran juzgar en base a sus hechos y preferencias.
La primera fragancia marinera de Gaultier se lanzó en 1985. Es difícil no pensar en el modisto cuando vemos una camiseta de rayas marineras. Lo mismo nos pasa con las icónicas fragancias y sus embriagadoras patentes olfativas, que inevitablemente nos llevan al universo Gaultier.
Le Male On Board es la recién llegada a la familia Le Male. Y se diferencia por su botella con torso azul traslúcido cruzado por la rayas de una camiseta marinera mate. Además, su fragancia es fresca amaderada y extremadamente cautivadora. (100 ml. / 93,50€)
Le Male es la más icónica de las fragancias Gaultier. Como ingredientes, destacan la canela y la lavanda. Lleva en el mercado más de un cuarto de siglo y es la primera de las cinco fragancias Le Male. (125 ml. / 93,50€)
Le Male Le Parfum es, nada menos, que un ascenso de capitán a almirante. Además de vestir con sus mejores galas, desprende intensas notas orientales amaderadas que lo hacen aún más elegante y con un fuerte atractivo sexual. (125 ml. / 102€)
Si cabe, Ultra Male es la más intensa, seductora pero a la vez delicada. Notas cítricas y potentes ráfagas de comino, canela y salvia con un fondo de vainilla negra, ámbar y maderas, probablemente harán que sea tu versión Le Male favorita. (125 ml. / 98,50€)
En la versión Le Male Le Beau, Jean Paul Gaultier ha querido desnudar al marinero oliendo a tonka, bergamota y coco. Además, ha dotado al frasco de un delicioso azul verdoso. (125 ml. / 98,50€)
La versión Le Male más LGTBI de la familia es Le Male Pride Collector. Con su fragancia legendaria, en esta versión irresistible para coleccionistas proclama, más que nunca, tolerancia y diversidad con su frasco con los colores de nuestra bandera. (125 ml. / 93,50€)
REALIZACIÓN: ROBERTO S. MIGUEL
ESTILISMO: JOSÉ HERRERA
MAQUILLAJE Y PELO: ÁLVARO SANPER PARA I.C.O.N. SPAIN
MODELOS: JOSÉ DAVO Y ADRIÁN PANADERO