El piloto de Fórmula 1 Sebastian Vettel ha competido este fin de semana en el Gran Premio de Hungría. El alemán ha lucido una bandera LGTBIQ+ en su casco y ha subido al podio con una camiseta reivindicativa en apoyo al colectivo.
Sin duda, ha sido toda una declaración de intenciones al apoyar a la comunidad LGTBIQ+ en Hungría, país que acaba de aprobar una ley antiLGTBIQ+ que vulnera los derechos humanos. El piloto también lució la camiseta y una mascarilla con los colores del arcoíris durante el himno nacional, por lo cual se le ha penalizado. Ante esto Vettel ha declarado: «Durante el himno nacional me quedé con la camiseta de colores del arcoíris (con las palabras «mismo amor») y la mascarilla. Lo hice en apoyo a aquellas personas que sufren en esta nación porque algunos hacen leyes que, en lugar de proteger a los niños, probablamente los amenacen y comprometan su crecimiento«.
La ley prohíbe la publicación o reproducción de cualquier obra o contenido que trate algo relacionado con la cultura LGTB para que los menores de 18 años no puedan verlo. Vettel, comprometido con la lucha de los derechos LGTB afirmó: «Es vergonzoso para un país de la UE aprobar tales medidas. No entiendo por qué no dejan a las personas libres para hacer lo que sienten y quieren». El ganador de cuatro títulos mundiales consiguió acabar la carrera en segunda posición, y subió al podio con la camiseta asumiendo que podría ser descalificado, y aseguró que «lo haría de nuevo».
Finalmente, se ha comunicado de manera oficial su descalificación de la carrera debido a unas irregularidades en el combustible. Parece cuando menos curiosa esta decisión, aunque para nosotros Vettel consiguió una auténtica victoria con su actitud.