Tontheridas: "Sentimientos perdidos"

Temas: David Rivas, Gay, Juan Carlos Prieto, Relato, Tontheridas

SENTIMIENTOS PERDIDOS

Fue paseando cerca del mar. Había salido porque no aguantaba más y en aquel momento necesitaba respirar aire fresco. Subí las persianas a mis párpados y salí de aquel oscuro bucle incesante que me tenía totalmente desconectado de todo. Sabía que no era la vida que me había imaginado, pero era mi vida y ya me había acostumbrado a flotar en esa desidia.

Llevaba unos días dándole vueltas a todo, no sé si le di más vueltas a la casa o a lo nuestro… Lo cierto es que fue durante ese paseo próximo a la playa cuando conseguí entender la expresión que habías utilizado al despedirte de mí hacía ya una semana: “las llevas claras”. Y sí, de tan claro que lo llevaba, acabé por verlo del mismo tono.

Fue justo al tropezar con esa caja. En un principio no le presté mucha atención, pues había varios contenedores cerca y hacía mucho viento, pero al incorporarme, me fijé en las palabras que tenía escritas en la parte superior que decían: “sentimientos encontrados”, y mi nombre justo debajo. Esa caja parecía ser mía pero, en realidad, no era una caja que yo hubiera visto antes. La abrí y dentro encontré otra caja que sería la que me hizo tomar la decisión de ponerle punto y final a lo nuestro. En esa caja más pequeña ponía escrito a mano: “sentimientos perdidos”, y de nuevo mi nombre. La abrí a la velocidad del rayo y, efectivamente, la caja estaba llena de sentimientos que había ido perdiendo con el paso del tiempo: el de la euforia que perdí justo al terminar el festival de Eurovisión de 2012 tras aquella discusión en el coche; el de la admiración que perdí el día que me hablaste como no me merecía por primera vez; el de la esperanza que perdí después de estar tres días sin saber de ti tras aquel despiste tuyo; y el de la alegría que había perdido después de esta última semana de tristeza y desconsuelo. Era cierto que me los había dejado olvidados no sé muy bien dónde, pero justo los había encontrado dentro de esas cajas en ese preciso momento mientras estaba paseando.

Y es curioso, curioso que una caja de “sentimientos encontrados” con otra caja dentro de “sentimientos perdidos” fuera la que me haya hecho recuperarlos, a ellos y a mí.