Este pasado domingo, el programa Cuarto milenio habló en su sección de libros prohibidos de la última publicación de la periodista Abigail Shrier, Un daño irreversible, en donde se explica que el «motivo» por el que hay cada vez más adolescentes trans en España es por una especie de moda fomentada en redes sociales y en las escuelas.
Lejos de intentar defender la postura contraria en el programa, Iker Jiménez invitó al prologuista del libro a debatir sobre el interés de este trabajo. Ante esto, las redes sociales no tardaron en tachar al programa de tránsfobo por divulgar este tipo de contenido que atenta directamente contra los derechos LGTBI+.
La conversación entre el presentador y Juan Soto Ivars (el prologuista) estaba plagada de comentarios de transfobia, tales como que la transexualidad se «contagia» en los grupos de amigos, y que por eso no es más que una moda cultural. Además, el invitado afirmaba lo siguiente: «No me parece tránsfobo, sino que analiza los límites del colectivo».
El libro explica que hay una «epidemia» de casos de personas trans en nuestro país debido a que es muy fácil acceder a la información contagiosa, como ocurre con los adolescentes cuando usan YouTube para ver a influencers trans. «¿Tener este libro aquí es tránsfobo, o hasta dónde estamos llegando con la exageración?», preguntaba Iker Jiménez, que defendía que la autora estuviese «dando una opinión periodística».
Que vergüenza y que bajo has caído @navedelmisterio fomentando la #TRANSFOBIA ¿personas trans somos una epidemia y ad+ contagiosas? insultos, exclusión y palizas a las personas trans, son = de responsables quienes promueven odio como quienes lo ejecutan 🤮 https://t.co/0XbWJGKrg9 https://t.co/gYQ0ctP4EY
— Carla Antonelli / 🏳️⚧️☂️ (@CarlaAntonelli) November 30, 2021
El programa Cuarto milenio se convirtió en tendencias en Twitter a raíz de los múltiples comentarios de las personas que estaban en contra de que se diera este tipo de publicidad a una periodista que trata así a las personas trans. En ningún momento hablaron de las realidades que sufre este colectivo, como las agresiones o las dificultades para encontrar empleo ante el rechazo de la sociedad. También fue muy criticada la ausencia de una persona que hiciera de contraparte al planteamiento de Soto Ivars.