Joaquín Hernández, director del CEIP César Barrios de la localidad onubense de Lepe, ha realizado una campaña de solidaridad y compañerismo para apoyar a una niña trans. «¿Qué eres o qué te sientes?». le preguntó el director del colegio a la alumna. «He nacido niño, pero yo me siento y quiero ser niña», respondió la joven de once años. Desde hace dos semanas empezó a sufrir acoso verbal y humillaciones por parte de sus compañeros, y ante esta situación el profesorado decidió actuar contra la transfobia y el bullying en su centro educativo.
Lo que se había convertido en un problema de convivencia en el colegio, se transformó en toda una campaña de visualización y de lucha contra el odio hacia las personas trans en la localidad. Una idea que nace del centro, pero que busca implicar a todo el pueblo en la defensa de la libertad individual y en ponerle freno a la intolerancia.
«Diez niños empezaron a insular y humillar a la joven compañera por su identidad, llegando hasta el punto de que le prohibieron entrar en los baños de los niños, aspecto totalmente inadmisible», ha explicado Joaquín Hernández en El Recreo Diario. Lo primero que hizo el director fue abordar a los acosadores: «Lloraron, pidieron perdón y dijeron que no sabían que estaban haciendo daño». Finalmente, mostraron su arrepentimiento y una actitud muy positiva hacia su compañera.
Además, Hernández mandó una circular interna a todos los padres y madres del colegio en la que decía que había una alumna que estaba teniendo problemas personales, y que entre todas las personas del centro debían ayudarle. «Rogamos que desde casa habléis con vuestros hij@s para que comprendan que todos tenemos libertad para sentir lo que queramos. El centro no va a consentir que se siga discriminando a nadie por condición de sexo, raza, religión…», decía Joaquín Hernández en nombre del CEIP César Barrios en la carta.
Con este convencimiento, han impulsado la campaña ‘No soy tu chiste’, y varios profesores han acudido a su trabajo con falda y con las uñas pintadas como acto simbólico. Con esta iniciativa, han conseguido que muchos niños llevaran las uñas pintadas a clase para mostrar su apoyo. «No se elige la sexualidad ni la identidad de género, se nace con ello«, afirmaba el director. Asegura también que con lo que han hecho han logrado controlar la burla y no hará falta activar el protocolo de acoso.
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