El germen de este musical surgió en 1980 tras el estreno de la exitosa película Fama, dirigida por Alan Parker, y su posterior adaptación en formato de serie.
En Madrid se vio por primera vez el musical Fama hace 16 años, y rápidamente se convirtió en un gran éxito; se estuvo representando en el Teatro Calderón durante catorce meses con lleno absoluto todos los días.
Ahora, de la mano de los mismos productores, ha llegado a la Gran Vía en una nueva versión en la que se han adaptado el texto original de Fama, los arreglos musicales, las coreografías, el vestuario y con un reparto totalmente diferente.
El musical transcurre en la famosa High School for the Performing Arts de la calle 42 de Nueva York. Allí, un grupo de jóvenes aspiran a labrarse un futuro en el mundo de la danza, la música y la actuación.
En esta ocasión, aparte de las coreografías, la prestigiosa Coco Comin se ha encargado de la dirección artística de este montaje en el que intervienen 32 actores y bailarines.
Entre sus intérpretes destacan Raudel Raúl, el conflictivo alumno afroamericano; Clara Peteiro, la alumna más ambiciosa de la escuela; Alexandre Ars, el ambiguo actor, objeto de suspicacias por su orientación sexual; Andrea Malagón, la inquieta bailarina que lucha por perder peso, pero no deja de comer; Meritxell Valencia, la apasionada profesora de danza; y al frente de todos ellos, Betty Akna, dando vida a la directora de la escuela.
Para Coco Comin este musical es una obra de culto, y celebra que sea una de las más representadas en todo el mundo desde hace 35 años. “En esta versión no he querido trabajar el estilo urban, como se hace en otras producciones. He intentado mantenerme fiel al estilo de danza jazz que se estudiaba en las escuelas en los años 80, del siglo pasado”.
“Una cosa muy especial», prosigue Comin, «que no existe en ninguna otra adaptación de Fama es que hemos incluido un gran número de claqué, con música original creada por Pedro Salinas y coreografía de Julia Ortinez”.
Durante las cinco semanas que duraron los ensayos, los bailarines tuvieron que ensayar non stop para dominar todos los estilos de danza que incluye el espectáculo, incluso la acrobacia. Desde ballet clásico hasta jazz americano, pasando por claqué y danzas urbanas.
El productor Jordi Arqué afirma respecto a este nuevo montaje de Fama: «Hemos conseguido una gran compañía. A las audiciones se presentaron más de mil aspirantes, y los elegidos ya demostraron en Barcelona ser grandes profesionales, capaces de sustituirse en los diferentes personajes del musical”.
Fama, el musical se representa en el Teatro EDP Gran Vía de Madrid