Celebramos la diversidad familiar: 4 familias homoparentales nos cuentan su increíble experiencia

Temas: Día del Padre, Diversidad, Familias LGTBIQ+

Charlamos con distintas familias homoparentales para que nos cuenten sus experiencias acerca de cómo han llegado sus hijos a sus vidas, cómo es el día a día junto a ellos y cómo perciben la realidad de ser LGTBIQ+ y padres.

Historias llenas de alegría e ilusión que se unen aquí con un objetivo común: dar visibilidad y contribuir a percibir la diversidad familiar con total y absoluta naturalidad.

FELIZ DÍA DE LOS PADRES (y la diversidad familiar). | ENTREVISTA SHANGAY from Shangay on Vimeo.

«Vamos a celebrar el Día del Padre por partida doble”, nos cuenta feliz Alberto, quien junto a su pareja, Eduardo, ha querido compartir con Shangay su experiencia como padres. Un cambio en sus vidas que este mes, por primera vez, celebrarán junto al pequeño Guzmán, que cumple tres meses el próximo día 24. “Va a tener que hacer dos regalos el mismo día”, comenta entre risas Eduardo.

La paternidad les ha llegado a ambos en la treintena, pero es un plan que llevaban forjando mucho tiempo. “Siempre quisimos ser padres. De hecho, el día que nos conocimos fue como la tercera pregunta que nos hicimos. Para qué perder el tiempo si hay requisitos vitales”, recuerda Eduardo. Y entonces comenzaron un camino lento pero exigente que Alberto define como “emocionante y muy bonito”.

La pareja optó por la gestación subrogada para tener a Guzmán, aunque “al principio no éramos partidarios de este método”, cuenta Eduardo. “Nos apuntamos para la adopción, que es competencia cedida a las Comunidades Autónomas, y Madrid es la comunidad que más adopciones tramita, pero también la que más lista de espera tiene. Nos vinieron a decir que, con suerte, tardaríamos entre diez y doce años en ser padres… Y ahí es cuando empezamos a barajar otras opciones”.

La desinformación les llevó a unirse a Son Nuestros Hijos, una asociación de familias por gestación subrogada donde obtuvieron ayuda, y pronto llegaron a la conclusión de que Estados Unidos era el mejor país para llevar a cabo todo el proceso. “Nosotros lo hicimos concretamente en California, que es el estado donde está mejor regulada y el más garantista para todas las partes”, explica Eduardo.

Hacen falta más testimonios de mujeres gestantes que compartan su experiencia

Por su parte, Alberto nos habla de la generosidad de Crista, la madre gestante de su hijo. “Al principio te informas de cómo va a ser el proceso y lo defiendes mucho, pero siempre es un poco a ciegas. Y, una vez vivido, puedo decir que es de las cosas más bonitas que me han pasado, y Crista es maravillosa”.

En los apenas tres meses que llevan viviendo como familia, Eduardo se ha encontrado con algún comentario en redes sociales que critica el método que han elegido para ser padres. “Cuando la gente te dice ‘adopta’, no sé si lo hace con frivolidad o con ignorancia, porque adoptar es algo complicadísimo, y más para las parejas homosexuales. Cuando te dicen ‘adopta’, más bien te están diciendo ‘resígnate a no ejercer la paternidad”, denuncia Eduardo. “Hace falta que una institución pública garantice que la gente que quiera y no pueda ejercer la paternidad o la maternidad, pueda hacerlo. Y que no acabe siendo solo para un grupo reducido de personas”.

Una iniciativa que completa su pareja, que piensa que “también hacen falta más testimonios de mujeres gestantes para que el resto de mujeres escuchen su experiencia. Creo que, si alguna de las mujeres que está en contra de la gestación subrogada hablara con Crista, la mujer que gestó a Guzmán, igual cambiaría de opinión”.

Pero a pesar de estos episodios algo más negativos, ambos confían en que la gestación subrogada sea una realidad regulada en nuestro país. “Al final, expulsan de la regulación española la gestación subrogada, las familias se van fuera y acaba produciéndose aquello de lo que se quejan”, cuenta Eduardo. “Si quieren evitar eso, tienen que regularlo en España”.

Mientras el pequeño Enzo nos enseña algunos de sus juguetes favoritos, sus padres, Luis y Rubén, nos cuentan los planes que tienen pensados para celebrar el Día del Padre.

Hace ya dos años que su hijo llegó a sus vidas, tras un proceso largo y “costoso, porque ser padre siendo dos hombres conlleva invertir mucho dinero. Tuvimos que esperar a tener esa solvencia, y es por eso que quizá hemos sido padres un poco más tarde de la media”, nos cuenta Luis, de 38 años, uno más que su pareja.

Queremos ser una familia amada y feliz, el método nos da igual

Aunque ambos optaron por la gestación subrogada para que Enzo llegara a sus vidas, “la genética no es algo muy importante para nosotros”, continúa Luis. “Nos gustaría tener más hijos y estamos valorando la forma en la que vamos a tenerlos, si es por adopción, por acogimiento… Nosotros lo que queremos es tener una familia amada y feliz, el método por el que lleguen los niños a nuestra vida nos da igual”.

Los dos están de acuerdo en que hace falta mucho trabajo institucional para facilitar, no solo la paternidad, también “para que no te pidan una cantidad de documentación extra que no les piden a las familias heterosexuales a la hora de hacer frente a los derechos y obligaciones que tienes como padres”.

Asimismo, conocen de primera mano la cara buena de todo esto: “Solo nos hemos encontrado con gente que se alegra por la situación, que lo ve como una evolución de la sociedad”.

José Antonio y Miguel Ángel ya tienen preparada la camiseta que diseñan cada año para celebrar el Día del Padre junto a su pequeña Liz, de tres años.

En el caso de José, la idea de ser padre no llegó hasta que conoció a su pareja, quien lo tenía claro desde tiempo atrás. “A medida que vas avanzando en la vida, tienes la idea de formar una familia, y yo tuve la suerte de conocer a unos padres que iniciaron todo el proceso, porque hasta ese momento no pensé que fuera viable. Vi que estaba esa posibilidad y dije, ¿por qué no?”, cuenta Miguel Ángel.

La mujer que nos ayudó es como un familiar más para nosotros

Y, tras probar sin éxito el método de la adopción –“en España las listas estaban cerradas, y a nivel internacional no había muchas opciones por ser gais”–, ambos se embarcaron en esta aventura que llevaron a cabo en Canadá, “porque allí es un proceso altruista. Queríamos que fuera algo voluntario para la mujer. De hecho, tenemos una relación muy especial con la mujer que nos ha ayudado, que para nosotros es como un familiar más. Queríamos que la familia creciera de forma internacional, así que ha sido algo especial para todos”, continúa Miguel Ángel.

A pesar de su increíble experiencia, sí perciben que a nivel social y mediático todavía quedan prejuicios al respecto. “Hay periódicos que hablan de vientre de alquiler cuando hay lugares como Canadá donde la gestación es altruista, donde no se está alquilando ningún vientre. Pero todo se engloba bajo ese término, como si fuera una trata de mujeres, cuando es algo muy distinto”.

Las ganas de celebrar el Día del Padre de Nacho y Jonathan se multiplican este año. Primero, porque es la primera vez que vivirán este día junto a sus hijos, Iván y Ángela, de tan solo siete meses. Y segundo, “también somos de Valencia y falleros, y el día de San José es súper emocionante para nosotros”, explica Nacho de lo más contento.

Los cuatro han viajado desde la capital valenciana para compartir con nosotros su historia. “Empezamos con el proceso de adopción hará siete años, y no nos contactaron nunca”, nos cuenta Jonathan. “Así que en el confinamiento nos planteamos la opción de la subrogación por unos amigos que también lo estaban haciendo”.

Y, al contrario de los testimonios de otros padres, su proceso fue bastante rápido. “Tardamos unos catorce meses en tener a los nenes”, dice Nacho, que también nos cuenta que eligieron Colombia como país para llevarlo a cabo.

La felicidad de la pareja contrasta con algunas anécdotas que nos cuentan sobre cómo cuchichea la gente cuando los ven junto a sus hijos. “La gente se queda mirando, te juzga… Ponen en duda tu capacidad para poder criar a dos niños sin la figura de una madre”, dice Jonathan.

Y Nacho continúa con una importante reivindicación: “Hay que dar visibilidad a todos los tipos de familias, no solo homoparentales, para que se puedan normalizar”.